Cumplir lo que prometemos, eso es lo más difícil de lograr en todos los aspectos de la vida y lograrlo en el Séptimo Arte se puede considerar casi un milagro. En este mundo que es el cine, las películas de acción lo tienen más sencillo porque su misión es entretener, nadie espera un buen guión, ni una gran actuación, incluso si la historia es algo forzada el espectador pasa por el aro con facilidad, porque a lo que va es a ver tiros, cofres secretos, fuerzas extrañas… no es algo especialmente difícil de lograr, sin embargo la crítica habla en contra de este tipo de cine mientras la gente sigue pagando por verlo. No ha sido el caso de Los Vengadores, la tan esperada producción que el pasado viernes se estrenó en España. Y no ha sido el caso pero había, muy a la par, una sensación de expectativa y también de temor por lo que la gran pantalla nos pudiese presentar con la nueva película de superhéroes que, poco a poco, se nos había ido presentando para abrir boca a través de pequeñas escenas finales tras los créditos de Hulk, Iron Man, Capitán América y Thor, así como los tráilers que iban surgiendo para seguir aportando sustancia a lo que iba a ser esta gran producción.
Durante años hemos estado uniendo estas piezas del grupo de superhéroes del universo Marvel, pero también viendo la calidad un tanto irregular de las películas anteriores que, para los aficionados a los comics, eran completamente decepcionantes. Sin embargo Los Vengadores iba marcando, tráiler a tráiler, que era diferente y así lo ha hecho ver con el gran estreno.