Lugares donde domir y restaurantes donde parar a comer: en la variedad está el gusto
Tras haberos hablado de todo lo que ofrece Londres, de los
lugares que se pueden ver y de los barrios y lugares imprescindibles para
pasear toca hablar de dónde comer y dónde dormir.
Nuestro hotel fue el Hotel Lidos, ubicado en el centro de
Londres a unos diez minutos a pie de la estación de tren y metro Victoria que
ofrece transporte directo al aeropuerto de Gatwick, el de la City (aeropuerto
en el que Easyjet debió dejarnos, aunque lo hizo en el de Heathrow, situado al
oeste de la ciudad y desde donde volver nos costó la gracia a los cuatro 76
libras, unos 95 euros).
En lo que respecta al hotel decir que estaba muy limpio, era
chiquitito pero agradable, mi hermana y yo ocupamos una habitación muy
chiquitita que daba al patio interior, las camas como veis estaban prácticamente
juntas y entre la cama y el baño había espacio justo para la puerta del mismo,
además no hay armarios, solo un mueble tipo colgador con varias perchas...
vamos, habitación europea. La de mis padres era algo más grande y tenían más
espacio pero daba a la calle por lo que hacía más calor pues le daba el sol (a
nosotros no nos llovió ni una sola vez y nos hizo muy buen tiempo) y si abrían
la ventana había ruido de la calle, por lo que les costó un poco acostumbrarse.
Para mí lo mejor del hotel era que las habitaciones estaban equipadas
con un set de té y café que venía muy bien para tomarse una infusión después de
la cena.