Hoy quiero hablaros de la última
escapada que he hecho. Hace mucho que no os hablo de ningún sitio al que ir
para alejarse de la ciudad y olvidarse de todo por un rato… y ese sitio en el
que he conseguido hacerlo ha sido Cotos, que hace solo apenas un par de semanas
estaba de nieve hasta arriba. Ya estamos en primavera y poco a poco empieza el
buen tiempo por lo que soy consciente de que es más que posible que a estas
alturas quede poca nieve, pero aun con todo quiero contaros cómo fue, qué es lo
que ofrece y publicaros alguna foto de la sierra de Madrid nevada, porque
estaba realmente bonita y aprovechando que estamos en Semana Santa quién sabe,
a lo mejor os animáis la montaña a subir para salir del sedentarismo que nos
impone la ciudad... os digo desde ya que merecerá la pena.
Lo primero que
os podría contar es que, obviamente, hay que ir muy bien abrigado y con ropa
que no sea de algodón para que no absorba el agua y acabéis empapados. Yo os
recomiendo unos buenos pantalones impermeables en plan marca Trangoworld que os
mantendrán perfectamente aislados de la humedad y del frío de la nieve. Sin embargo como es una marca un poco cara en
general cualquier pantalón que conserve el calor y tenga cierta impermeabilidad os valdrá,
siempre y cuando evitéis el vaquero que se cala en seguida y es difícil de
secar.
La importancia de llevar un buen pantalón se debe a que, a parte de que en
algún momento hay que sentarse para comerse el bocadillo, hay una cosa que
tiene de buena la nieve y es que te puedes tirar por ella sobre un trineo o algún
utensilio como una bolsa que te permita resbalar por ella (como fue mi caso y el de mis amigos) y la
verdad es que la nieve se cuela por todas partes y moja todo lo que toca. Para
protegerse del frío también os recomiendo un buen forro polar y un abrigo que
también sea impermeable, un gorro, guantes y, muy importante, crema de protección
solar y gafas de sol.
Es increíble como pega el sol en la montaña, la nieve hace de espejo y es muy fácil quemarse, además de que sin gafas de sol solo conseguiréis estar bastante incómodos; eso si, no os engañéis, por mucho sol que haya sigue haciendo bastante frío, en especial si sopla el viento. Allí arriba hasta los muñecos de nieve van vestidos si pueden, aquí arriba os pongo una foto del que hice con mis amigos, nos quedó muy bonito, lo único que me robó mi gorro, mis guantes y una bufanda que llevaba por si el cuello alto no era suficiente.
Es increíble como pega el sol en la montaña, la nieve hace de espejo y es muy fácil quemarse, además de que sin gafas de sol solo conseguiréis estar bastante incómodos; eso si, no os engañéis, por mucho sol que haya sigue haciendo bastante frío, en especial si sopla el viento. Allí arriba hasta los muñecos de nieve van vestidos si pueden, aquí arriba os pongo una foto del que hice con mis amigos, nos quedó muy bonito, lo único que me robó mi gorro, mis guantes y una bufanda que llevaba por si el cuello alto no era suficiente.
Tuvimos mucha
suerte porque nos hizo muy buen día a pesar de que dudábamos de si nos iba a
llover, ya que eso era lo que marcaba el tiempo y porque, al fin y al cabo,
llevaba lloviendo en la ciudad toda la semana y por lo que ponía en las
previsiones meteorológicas solo tendríamos tregua de lluvia unas 3 o 4 horas. Sin
embargo nos animamos porque pensamos que, tal vez al estar casi arriba del todo,
haría buen tiempo y que las nubes se quedarían por debajo y porque, en definitiva
y como dice el dicho, quien no arriesga no gana… y a nosotros nos salió bien la
jugada.
Lo cierto es que no nos llovió en todo el día, desde las 12 que
llegamos hasta las 17:00 que nos fuimos, solo nos nevó y muy poco en la hora de
la comida, así que fue un día fantástico la verdad. Estaba todo nevado, de un
blanco deslumbrante con todos los pinos llenos también de nieve que, en
conjunto con un riachuelo que transcurría por allí, hacían un paisaje de cuento
y realmente no parecía que estuviésemos a solo un par de horas de la ciudad.
Fuimos
subiendo por el camino de montaña, encontrándonos a otros senderistas y esquiadores (los primeros subiendo hacia
arriba como nosotros y los segundos bajando) y desde el camino podíamos ver las
cumbres nevadas y las pistas de Valdesquí que se distinguían tenuemente sobre
la nieve de la montaña como podréis ver en la imagen de debajo. Nunca he practicado esquí y no creo que fuese capaz de
hacerlo ahora la verdad, pero la sensación de estar allí arriba, tan alto, con
el frío, el viento y seguro que rodeado de una calma más que impresionante rota
solamente por el sonido del esquí sobre la nieve de los compañeros, debe de ser
increíble e irrepetible, capaz de subirle la adrenalina a cualquiera que esté
situado sobre esa cima del mundo.
Siguiendo el
camino montaña arriba, sorteando la nieve que iba cayendo de los árboles al ir
brillando el sol sobre ellos, llegamos hasta un mirador que tiene una guía para
poder saber qué montes son los que te rodean, marcando en el rectángulo el
nombre del monte y con la punta de la flecha te señala dónde se sitúa. Además lleva
inscritas tres versos del precioso poema de Lorca, Romance Sonámbulo:
¡Cuántas veces te esperara,
cara fresca, negro pelo,
en esta verde baranda!
La verdad es que me sorprendió y agradó mucho encontrar un trozo de aquel poema que estudiaba de niña allí en medio de la montaña... sin duda una muestra más de que la cultura puede estar en todas partes, incluso en un mirador nevado, resaltando aun más la belleza de aquel lugar, si es que ello realmente es posible.
Desde allí las
vistas son preciosas, y se puede vislumbrar toda la sierra nevada hasta donde alcanza la vista. En la foto que os pongo puede que no se vea tan nevada como en otros momentos del año ya que fuimos el primer fin de semana de marzo, pero sin duda es un espectáculo digno de ver que llevaba mucho
tiempo sin contemplar y que espero poder repetir el año que viene sin falta.
Respecto a cómo
ir contaros que se puede ir en tren y en autobús, sin embargo os recomiendo el
autobús, que sale desde Moncloa de la Isla 2, dársena 21 en estos horarios. Os
lo recomiendo porque, primero, es más barato: sale a 10,20 ida y vuelta mientras
que en tren ida y vuelta sale a unos 20 euros o puede que un poco más ya que la
línea que lleva a Cotos (la C-9) es la línea naranja o lo que es lo mismo la
Zona Verde de Madrid. Segundo no hay que estar haciendo cambios pues con el
tren hay que ir Cercedilla (línea C-8)
para el cual ya hay que pagar y de ahí coger otro que ronda los 18 de precio
ida y vuelta hasta Cotos y, tercero, los horarios y las plazas en tren están
mucho más limitados que en autobús, ya que el tren que sube a Cotos desde
Cercedilla es antiguo y por lo tanto de plazas limitadas, por lo que no todos
los horarios están siempre disponibles y hay que coger los asientos con
antelación en especial si queréis ir en fin de semana. Nosotros fuimos en autobús
y salimos encantados, si tuviese que volver sabría que medio elegiría sin dudar
y, además, tardan lo mismo más o menos.
Al llegar a
Cotos con el autobús os deja muy cerca del restaurante Venta Marcelino que
lleva funcionando muchísimo tiempo (desde 1924) y allí podréis sentaros en su
terraza o en su interior y tomaros una infusión, un café o incluso un caldo
calentito, eso sí, a precio de oro pues de eso viven. Sin embargo es muy
agradable y está entero hecho en madera por lo que es muy confortable. Nosotros cuando estuvimos pudimos ver desde su terraza el aterrizaje y despegue de un helicóptero, os pongo la foto de cuando lo vimos llegar.
En la página
web que os pongo tienen un enlace a la Web Cam a tiempo real donde muestra la
meteorología de Cotos y cómo está de nieve y que actualizan todos los días, sin
duda una buena opción para ir sobre seguro. Lo he mirado y actualmente tienen
nieve por lo que un sigue siendo un buen momento para subir antes de que el
calor de la primavera se instale definitivamente y derrita toda la que queda.
Sin lugar a
duda esta es una de las mejores formas que conozco para escaparse por un día de
la ruidosa ciudad e introducirse en el campo; es ideal para niños y adultos,
todos se lo pasan estupendamente, y desde luego el subir a Cotos quedará como un
recuerdo inolvidable.
* Todas las imágenes de este post han sido tomadas por Lucía Berruga Sánchez (L.B.) o por Alberto Oliva Rodríguez (A.O.R.)
Fantástico día en la nieve. Y información muy util para quien no sepa como llegar.
ResponderEliminarGracias Okami!! Se agradece el comentario y la compañía de aquel día :)
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