"Es mejor encender una vela que maldecir a la oscuridad" Confucio
Mañana es 13 de diciembre y curiosamente
coincide este año con un viernes 13, un día que para algunos
implica un día de
mala suerte, mientras que para otros, en especial para mis tocayas el día 13,
caiga en el día de la semana que caiga, es un día bonito porque, qué narices,
tenemos un nombre bonito. El caso es que mañana es 13 de diciembre, Santa Lucía,
la patrona de los ciegos, la santa de la luz, y su llegada cada una lo celebra como quiere: comiendo
con la familia, felicitando a sus tocayas, tomándose un desayuno especial o,
simplemente, pasándolo como si fuese un día más del calendario.
En costumbres y tradiciones cada
persona es un mundo, en mí caso, sinceramente, me gusta mi santo porque cuando
iba al colegio yo no celebraba mis cumpleaños debido a que caen en agosto y no
había nadie con quién celebrarlo a parte de la familia, y a día de hoy lo
seguimos celebrando. Para mí es un día especial, me gusta mi nombre y me parece
muy importante la presencia de la luz en nuestras vidas, el tenerla presente
incluso en los días más oscuros… para mí mi santo es un día de descanso en los
días del invierno, donde no importa que haga frío o que no haya sol, porque es
el día de la luz.