La semana pasada tuvo lugar la
fiesta del cine, un acontecimiento que como ya anuncié en un post en el mes de septiembre,
permitió asistir al cine por solo 2,90 la sesión lo que provocó colas masivas y
llenos como no se habían vuelto a ver desde hace mucho en las salas de toda
España. A pesar de que los de arriba sigan empeñados en que la culpa de que las
salas no se llenen es de la piratería está claro que cuando hay un buen precio la
gente se mueve, sino es más barato quedarse en casa y verla en el ordenador,
obviamente, pero ha quedado remarcado que todos preferimos ver una película en
pantalla grande si nuestro bolsillo se lo puede permitir.
Fuente: http://elpais.com/ |
Obviamente está claro que la
acudida masiva que se ha desatado es porque solo duraba tres días y que si
fuese algo permanente las salas tendrían mucha más afluencia pero no la
cantidad que durante los días 21, 22 y 23 de octubre asoló los cines de las
ciudades. En mi caso hablo de Madrid, especialmente del Cinesa de Príncipe Pío,
aunque no fue el único cine en el que las colas desbordaron y las esperas
tocaron la paciencia de los que tuvieron que aguantarlas horas. En el caso de
Príncipe Pío lo peor fue que a pesar de las esperas para comprar las entradas estas
no estaban numeradas por lo que tenías que situarte con tiempo en la cola del
cine para su apertura para poder coger un buen sitio, porque si no te
arriesgabas a tener un mal lugar y no poder ver bien la película… todo ello
convirtió el asunto en una auténtica batalla campal que si bien le dio cierta
emoción al asunto sí que creó algún que otro mal entendido entre tanta gente.
Sin embargo y
con todo hacía muchísimo tiempo que no iba tanto al cine: vi cuatro películas
en tres días y eso es lo que hoy os quería contar, haceros una reseña breve de
cada una de ellas para que sepáis de qué tratan y qué podéis esperar de ellas.
El primer día,
lunes 21, vimos mi pareja y yo la película de El Mayordomo a las 10 de la noche.
Era una película que yo tenía ganas de ver, quizás fuera de la oferta no
hubiese ido a verla a la gran pantalla porque el género dramático es un tipo de cine que creo que
se puede ver en casa, pero sin embargo sí que me apetecía verla por lo que con
bastantes expectativas cogimos las entradas. Lo cierto es que el tráiler era muy
bueno, muy emocionante e intenso que da paso a una película que si bien está
muy bien hecha e interpretada pierde con el desarrollo parte de esa emoción
desbordante que nos ofrecía el tráiler. La
película está basada en la vida de Eugene Allen, mayordomo de la Casa Blanca
durante 34 años bajo el mandato de ocho presidentes que ascendió a mayordomo jefe
y fue invitado por Reagan a una cena de Estado. El alter ego de Eugene es Cecil
Gaines, interpretado por Forest Whitaker, a través del cual y en primera
persona veremos toda la historia al completo.
La película me
ha gustado pero la considero poco arriesgada y convencional, dirigida a ser
políticamente correcta cuando es una película con la que se podrían haber levantado ampollas.
¿Con esto a qué me refiero? No a que sea mala o que no tenga cierto poder para
mostrar el panorama del racismo a lo largo de la historia de EE.UU., no es eso,
sino que es muy académica, muestra sobre todo una cara positiva de todos los
presidentes y aunque si que es cierto que impactan aquellas escenas de maltrato
y acoso a los negros creo que podrían haber llegado mucho más allá, ya que toda
esta perspectiva está vista desde los ojos del hijo mayor, que se niega a la
segregación y lucha con un grupo por los derechos de la raza afroamericana como
seres humanos que son.
Personalmente,
nunca he entendido el racismo, no sé de dónde proviene el odio hacia una raza o
cómo alguien se puede sentir superior a otro por el color de la piel, y en El
Mayordomo, mientras las escenas de racismo y ataque contra los negros se
desatan el espectador se sitúa ante una gran exaltación de la violencia y del
odio racial que hace nos unamos e impliquemos aún más a los personajes y la trama en la que se ven envueltos. Es una historia basada en el drama aunque de manera bastante normal
creo yo, pudiendo ahondar mucho más, y sin ningún tipo de humor si no fuera por
el hijo pequeño de Cecil, que es el único punto de desconexión de la tensión
emocional del film.
Tiene un gran
elenco de personajes muy reconocidos, tanto en la representación de la sociedad
negra como en la de la sociedad blanca y la élite del poder, cuya
interpretación no deja lagunas en absoluto y, aunque la película es larga, las
historias y las interpretaciones se van encadenando de forma que no se hace
lenta y a penas pierde el ritmo en los 130 minutos que tiene de duración,
por lo que la historia arrastra al espectador con ella desde el principio hasta
el final de la misma.
Para terminar
decir que aunque me ha gustado y me parece bonita, triste pero tierna, interesante
y sólida, en conjunto me ha parecido floja y bastante politizada en el sentido
de esa cara buena o positiva que se presenta de los presidentes estadounidenses;
es muy académica y hay cierta condescendencia en la forma en que se narra la
lucha por el avance de la raza negra y en contra del racismo… creo que intenta
mostrar o reflejar esta lucha pero dejando de fondo en el espectador la idea de que EE.UU. es un país que ha superado los
problemas de racismo y desigualdades, en especial al terminar el film con la
figura de Obama como presidente, cuyo giro (el hecho de que termine en este
punto) se puede comprender por la historia que se nos narra a lo largo de la
película, pero que se nos presenta como si fuese la cumbre de esa lucha, como
la superación de todos los problemas raciales... y eso me parece una imagen falsa. Por
ello, aunque me ha gustado, la considero edulcorada, sin el cinismo que creo
que el tema debería haber reflejado en especial en la lucha de los movimientos
negros; demasiado políticamente correcta, enfocada a ganar premios y que hace
que el relato, para los que nos planteamos cómo son las cosas, pierda cierta veracidad.
El segundo día, martes 22, vimos Una cuestión de Tiempo, la comedia romántica de Richard Curtis que sin duda tiene
merecidas las buenas críticas que se le han otorgado. Al igual que El lado
bueno de las cosas, desde que vi el tráiler quise ir a verla, quizás tampoco
hubiese ido al cine sino hubiese sido por la oferta, pero el caso es que fui y
me encantó, me pareció fantástica, tierna, divertida… una historia de personas
que narra la vida de Tim Lake (Domhnall Gleeson), un joven al que con 21 años
su padre (Bill Nighy) le descubre el gran secreto familiar, que no es otro que el
hecho de que los hombres de la familia pueden regresar en el tiempo a un
momento determinado las veces que haga falta hasta poder hacer que todo salga
bien. Así Tim decide dedicar su don a encontrar y conquistar su amor verdadero,
que no será otra que la dulce y delicada Mary (Rachel McAdams) aunque no todo
será tan sencillo como parece. A lo largo de la historia vamos viendo cómo Tim
y su familia van evolucionando, cómo nuestro protagonista descubre las ventajas
y las limitaciones de su poder y cómo con ellas puede cambiar o ayudar a las
personas que quiere, a veces con un alto riesgo personal.
La película plantea la pregunta
de que qué haríamos nosotros si tuviésemos esa segunda oportunidad, la
oportunidad de cambiar las cosas. El protagonista se encuentra enfrentado a
situaciones en las que podría hacer lo que quisiera de forma egoísta sabiendo
que luego puede borrarlo y hacer como si no hubiese existido… y sin embargo es
ese estar al límite lo que le hace tomar las decisiones que él cree que son
correctas.
Una película que va mucho más
allá del típico chico conoce chica, la caga y ha de hacer lo imposible por
reconquistarla, jugando la familia un papel muy importante y con una gran carga
sentimental que será un punto fundamental para poder desarrollar la trama del
film, así como su interés romántico y cómico a la vez. Sin dudas me conquistó y
sorprendió, me hizo implicarme con los personajes y con la historia que se
cuenta, tocándome de lleno.
Como una manta cálida en
invierno, ideal para verla en cualquier momento, creo que es una película que
dejará huella gracias a su encanto. Divertida y entretenida tocará la fibra
sensible de todo aquel que le dé una oportunidad, pues te hace ver lo
importante que es usar el tiempo que tenemos para aquello que realmente puede
mejorar nuestra vida como es, a veces y simplemente, una sencilla sonrisa al de
al lado; de eso se trata, de valorar las cosas pequeñas y no dejarlas pasar.
Emocionante y emotiva queda claro
que el elemento de ciencia ficción que es el poder viajar en el tiempo es solo
una mera forma de poder presentarnos el mensaje de esta película, que no es
otro como que hay que aprovechar todos los días que vivimos, dando lo máximo en
cada uno de ellos, como si fuesen el último de nuestra ordinaria y, a la vez,
extraordinaria vida.
El último día, miércoles 23,
fuimos a ver dos películas, la de Prisioneros y la de Gravity, ambas con buenas
perspectivas, aunque la de Gravity, de todas las que fuimos a ver, era la única
que hubiésemos ido a ver al cine igualmente pues pensábamos que se merecía la
gran pantalla (como así fue) además de que hizo que me inaugurase en el mundo
del 3D introduciéndonos de lleno en el espacio.
Pero para hacerlo bien vamos
por pasos, primero os hablaré de Prisioneros, la cual, lejos de dejarme
indiferente, se me hizo extremadamente larga y pesada. Es una película con grandes
interpretaciones, muy bien pensada y con una historia bastante buena, pero
lenta, MUY lenta, tanto que todo el mundo estaba ya deseando marcharse de la
sala… tanto que se vacío prácticamente entera antes incluso de que se
encendiesen las luces de la sala, y eso dice muy poco a favor de una película.
La historia es un thriller
psicológico que nos presenta a Keller Dover (Hugh Jackman) enfrentado a la
desaparición de su hija de seis años junto con Joy, la hija de unos amigos
suyos. El detective Loki (Jake Gyllenhaal) será el encargado del caso y
detendrá a Alex Jones (Paul Dano), el conductor de una destartalada
autocaravana que había estado aparcada en frente de la casa donde estaban las
niñas, aunque tendrá que soltarlo debido a la falta de pruebas y los problemas
que crea el hecho de que el detenido sea un deficiente mental y tenga la edad
mental de un niño de 10 años, lo que supuestamente le incapacita para el crimen.
Así es como empieza una historia que a lo largo de casi tres horas desarrollará
su trama y argumento.
El punto de máxima tensión es
cuando el desesperado Dover decide tomarse la justicia por su mano y ocuparse
personalmente del asunto, ya que ve el papel de la policía inútil y que no hace
nada ante la desaparición de su hija y la de su amiga. La trama por tanto se
divide en las decisiones que toma Dover para poder encontrar a su hija y la
investigación en paralelo que hace Loki para resolver el caso antes de que sea
demasiado tarde. Según va pasando el tiempo sin que se las encuentren la
tensión va aumentando y la película pasa a un segundo plano el tema del
secuestro (que obviamente no deja de ser el hilo conductor de toda la historia)
para adentrarse en el análisis del ser humano y hasta dónde es capaz de llegar
por proteger a los suyos. Hace que el espectador se plantee los extremos del
comportamiento humando, de cuánto y hasta dónde una vida vale más que otra y si
seríamos capaces de cruzar los extremos morales por hacer lo que creemos que es
lo correcto. Este asalto a la moral del espectador se hace de forma directa
ante la transformación de un padre tranquilo en un ser sin escrúpulos capaz de
cruzar todos los límites para poder encontrar a su hija.
Quizás debió haberme resultado
más impactante, o más intensa, la historia me pareció muy bien pensada y desde
luego no me pareció que tuviese ningún vacío ni laguna, ni que en conjunto
hubiesen cosas que no se explicaban… aunque sí que se notaba que era la típica
película que tratan de plantear un panorama para luego darle la vuelta y que
nada sea lo que parece. El caso es que con todo lo bien que se planteaba y con la historia no pude
seguirla al 100%, me cansaba su lentitud, su puesta en escena… era todo
demasiado lento, quizás con ello intentaban darle intensidad y tensión pero lo
cierto es que estas se perdían a lo largo de todo el espacio de tiempo que duraban
las escenas y eso hizo que, a pesar de tener un argumento más que coherente,
este se perdiese en un ritmo pausado que hacía difícil al espectador seguirlo;
el caso es que con todo lo bueno que podría haber sido para mí no consiguió
tener la suficiente fuerza o gancho para llevarme por la historia sin cansarme,
y creo que no fui la única.
Sí que es cierto que debido a toda la cantidad de
gente que había en la sala y que en esa nos debió tocar una panda de borregos,
con perdón por los animalitos que no tienen la culpa, la tensión emocional y
psicológica que intentaba plantear la película era rota constantemente por
algún que otro comentario en alto, risitas… en fin, estas cosas de mala
educación que no se pueden evitar cuando nos juntamos muchos seres humanos en
la misma habitación, ya que siempre tiene que haber un tonto o, en este caso,
muchos. Quizás eso también hizo que se me hiciese más larga de lo normal, pero
el caso es que no consiguió engancharme e integrarme con la película
olvidándome del mundo.
Y para terminar destacar de nuevo
que lo mejor fueron las interpretaciones, Hugh Jackman está soberbio, muy
metido en el papel, y Jake Gyllenhaal desde luego no se queda atrás, me
gustaron mucho los dos teniendo en cuenta que la mayor parte del peso de la
película recaía sobre ellos, por eso no tengo dudas de que hicieron un
fantástico trabajo. Sin duda todo ello hace que sea un thriller directo y
potente, capaz de levantar escalofríos… las críticas son buenas y seguramente
se las merezcan, pero el caso es que a mí no consiguió conquistarme.
Y por último, pero no por ello
menos importante, llegamos a Gravity, la película de Alfonso Cuarón que ha
conquistado a la crítica y a gran parte del público. Sin olvidar que no existe
película que pueda maravillar a todo el mundo he de decir que esta película me
maravilló e impactó, la catalogo sin dudar como poseedora de una técnica y
realización increíble, perfecta, que me impactó y consiguió arrastrarme
dentro de la pantalla; no es solo que me entretuviese, porque realmente la
historia era sencilla aunque novedosa pues hasta ahora no se había hecho una
película en el que la o el protagonista se perdiese en el espacio y tuviese que
encontrar la forma de volver a la Tierra, sino que llegó más allá, me atrajo
hacia dentro de la pantalla y me fascinó haciendo que me olvidase de todo lo
demás.
Aun con el hecho de que la
historia fuese hasta cierto punto sencilla fue una experiencia inolvidable a lo
que también ayudó su visionado en 3D que hizo posible apreciar aún más esa gran
calidad visual que posee la película. Creo que gran parte de este logro lo consigue
Cuarón con el primer plano secuencia con el que empieza la película, que nos
hace irnos familiarizando con los personajes y nos permite contemplar y deslumbrarnos
visualmente con las imágenes del espacio, mostrándonos una construcción
escénica impecable que presta atención a todos los detalles habidos y por haber,
introduciéndonos a lo que sin duda está por llegar.
Todo el peso de la historia la
llevarán George Clooney y Sandra Bullock, los dos únicos protagonistas en ese
gran vacío espacial; Clooney es esa figura esperanzadora que permite aliviar la
tensión ante situaciones difíciles, que mantiene una actitud afectuosa, muy
cercana e incluso a veces graciosa que nos devuelve la esperanza y nos recuerda
porqué hay que seguir luchando. Sin embargo y a pesar de la importancia que
pueda parecer que tiene esta figura todo el peso emocional lo lleva consigo
Bullock que consigue una buena interpretación cuando se trata de llegar a sus
extremos físicos y psicológicos. Serán estos extremos los que harán que
acompañemos a los personajes en su gran aventura y en su lucha por volver a
casa, por supuesto no puede faltar el toque dramático o lacrimógeno de la vida
de su personaje, sin embargo no es un elemento que extiendan o usen en exceso,
por lo cual no estropea la historia.
Teniendo en cuenta que solo dura
90 minutos puedo decir que su visionado no dejará indiferente a nadie, posee un
ritmo vertiginoso y envolvente, es muy impactante visualmente, muy emocionante
y con una banda sonora que pondrá los pelos de punta a todos los que se dejen
llevar por ella. Desde los momentos más íntimos hasta los planos más generales,
todo está cuidado al detalle para no permitir que el espectador despegue los
ojos de la pantalla y se quede con la boca abierta. Sin olvidarnos de que es
ciencia ficción y por ello tiene fallos científicos que se han tenido que
saltar para poder crear el guion y el transcurso de la acción, afirmo desde mi
experiencia como cinéfila que es muy buena, por no decir perfecta.
Llena de sensaciones,
cautivadora, y planteada para transportarte al Espacio, Gravity se ha
convertido en una de las mejores películas de los últimos años. A mí me ha
encantado y me tocó de lleno, me pareció una obra de arte de verdad, recomiendo
verla en la gran pantalla y especialmente en 3D… es el motivo por el que tantos
vamos al cine, buscando esa película que nos llegue alma y podamos disfrutar
sin contemplaciones, simplemente por lo que es y nada más.
Y eso es todo lo que os tengo que
contar de mi experiencia en la Fiesta del cine, espero que os haya gustado, que
os interesen las películas que os he reseñado y que os animéis a ir a verlas al
cine. El año que viene si todo va bien más y mejor, ha sido una gran
oportunidad que me alegro haber aprovechado y que me ha brindado la posibilidad
de ver grandes películas que de otra manera hubiese tenido que esperar para
verlas en casa, así como a disfrutar de distintos géneros como la Comedia romántica, la Ciencia Ficción o el Thriller. Espero que los que hayáis compartido la misma experiencia os
llevéis cosas buenas con vosotros y que el año que viene volváis a por más.
* Todas las imágenes de este post han sido obtenidas de las fuentes de imágenes de Internet
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