Han pasado casi dos años desde
ese post que os hice sobre mi restaurante de hamburguesas favorito: Pecado
Carnal, que, desde entonces, lo he visitado en innumerables ocasiones.
En este tiempo he podido ver cómo
mejoraba, cómo ampliaba su carta y añadía platos nuevos, siempre estupendos y
deliciosos, dignos de una mención como esta.
El chorizo criollo de entrante
que os comenté en el último post ahora tiene muchísima mejor presentación y
además la ración es mayor, os cuelgo la imagen que le tomé junto a unas
croquetas caseras que pedimos y que eran oscuras y con una masa densa, lo que
nos hace pensar que son de setas.
Estaban estupendas, aunque el chorizo les ganaba con creces ya que está delicioso, para los amantes de la carne es algo que no se puede dejar de pedir.
Estaban estupendas, aunque el chorizo les ganaba con creces ya que está delicioso, para los amantes de la carne es algo que no se puede dejar de pedir.
La última vez que hemos estado,
celebrando por adelantado mi cumpleaños, hemos pedido unos nachos que vienen
servidos con guacamole, queso cheddar, crema agria, frijoles y jalapeños; un
plato muy bueno, aunque bastante caro, eso sí, ya que son 12,90, aunque
en su defensa diré que es una ración bastante grande que, entre cuatro, hemos
tardado un rato en terminarla.
Y el plato estrella, como no, son
las magníficas hamburguesas de Kobe.
Desde la clásica que os conté la última vez fui avanzando, pidiéndolas con
distintos extras para ver cuáles me iban gustando más: el ajo negro, con un
sabor peculiar o el queso philadelfia le da un toque suave a la carne delicioso,
sin embargo el toque estrella es el extra de queso trufado, me lo pedí para
probarlo y te ponen una ración súper generosa aparte para que lo pruebes y te
lo eches tu a tu gusto en la carne.
Os cuelgo la foto que le hice a la
hamburguesa, la pinta desde luego no me negaréis que es inmejorable…
Ello hizo que la siguiente
hamburguesa que me pidiese fuese directamente la Truffled Kobe Burguer, de queso trufado y boletus,
que hace de la carne una delicia. Aunque me encanta y me la he pedido ya un par
de veces, creo que lo prefiero como extra porque la clásica tiene
el toque del tomate que unido al pepinillo y al
queso, hace que sea mucho más ligera y sabrosa, convirtiendo a la carne en la protagonista de la hamburguesa, mientras que la trufada, siendo deliciosa,
es más densa y la trufa le resta sabor. Supongo que también va en función de lo
que te apetezca tomar o del hambre con el que vayas.
Sin embargo hay todo tipo de
hamburguesas: Mexicana con guacamole y crema
agria, o la Wasabi Kobe Burguer con mayonesa japonesa y wasabi picante, o la
italiana cuya imagen os pongo a la derecha: la Portobello Kobe Burguer, con
un portobello (un tipo de hongo
comestible) relleno de crema de virutas de bacón y setas, todo con una
reducción de verdejo (un tipo de vino blanco).
La de Portobello se la pidió mi
padre en la última visita y la verdad es que quedó muy satisfecho… pero es que,
como os digo, no hay nada que esté malo en este restaurante.
Por último pedimos los postres,
que nunca habíamos pedido porque solemos ir con los vales de Groupalia para
abaratar costes, con los cuales la comida sale de muerte y a un precio genial
(dos hamburguesas por 15 euros o cuatro por 25, cuando solo una Truffled son 15
euros). Sin embargo, como esta vez, la celebración lo merecía, pedimos un
brownie de chocolate y una tarta de zanahoria.
El brownie venía con dos bolas de
helado de vainilla encima artísticamente colocadas, y el grosor de su bizcocho era digno de ver... bañado entero en
chocolate caliente, apetecía solo con verlo.
La tarta de zanahoria no sé quedó
atrás desde luego, el tamaño era inmenso también y estaba bañada en leche condensada
(que lo endulzaba un poco para mi gusto) y helado de leche merengada con una
capa de chocolate blanco. Estaba delicioso como todo, eso sí, yo recomendaría
uno a compartir entre dos, porque siendo cuatro y picando todos de todos nos costó terminarlos terminarlos.
En definitiva, un gran
restaurante con unos platos inmejorables. Las hamburguesas, con un precio alto
pero más que justificado, son la delicia de todo amante de la carne, y el resto
de platos que se ofrecen para complementar, desde entrantes, así como las salsas
y productos para acompañar las carnes, llegando hasta los postres y, por
supuesto, las bebidas que se adecuan con su variedad de cervezas a la hamburguesa que pidas, hacen que ir a comer a Pecado Carnal merezca la pena,
incluso para una celebración especial, porque ellos consiguen elevar el término
"hamburguesa" a la categoría de lo extraordinario.
Ya estoy deseando volver
* Todas las imágenes de este post, exceptuando la imagen del logo y la de la Hamburguesa Portobello que han sido sacadas de las fuentes de imágenes de Internet, han sido tomadas por Lucía Berruga Sánchez (L.B.)
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