No sé si lo sabéis pero a veces,
cuando dejo la cabeza quieta, me salen versos y escribo. Hace mucho que no compongo
un poema de esos largos, o cortos, o breves, o intensos que escribía en pleno
apogeo de la búsqueda de mi misma entre las palabras, la tinta y el papel….
pero a veces veo una palabra y empieza a unirse a otras de forma misteriosa, y
entonces sé que puedo volver a componer como si toda la verdad se escondiese detrás
del folio en blanco que sostengo entre las manos.
A veces guardo el silencio
suficiente en mi mente para acallar todo lo que pasa por ella y convertirlo en
versos que llenen ese silencio de forma más armónica que el barullo que suele
existir dentro de ella. A veces es la música la que me da esa paz, a veces es
encontrar la palabra adecuada.
¿Y por qué os cuento esto? Porque
en una pequeña revista digital, conocida como Cuentos para el andén, me ha dado
la oportunidad de volver a escribir, solo frases en torno a una palabra, a
veces incluso a juntar versos y componer un poema porque ellos dan eso: un
fragmento, y a partir de ahí, el que participa en sus rincones de escritura, compone el resto.
La primera vez participé por participar, conocía la revista porque hablaba con
el publicista de la misma desde mi trabajo, y desde ahí siempre leía y
curioseaba sus distintos números. Se dedica a promover la literatura y a sus
distintos autores, y además tiene distintas secciones para que los que nos
animemos participemos escribiendo para ellos.
Como decía la primera vez
participé por participar, nunca he pensado que lo que escribía fuera bueno, o
que mereciese un espacio en algún sitio; escribía para mí y solo para mí, alguna
vez para otros si alguien de confianza me pedía leerlo… pero no era habitual. Sin embargo en aquella primera vez me seleccionaron y publicaron, me sentí muy feliz, no sé,
sientes como que estás construyendo algo, incluso cuando nadie más lo va a leer
pones en marcha la maquinaria de la creación y algo cambia, aunque tampoco
sabes muy bien el qué. Yo lo asemejo a la lectura: cuando escribes te transportas a un mundo aparte
dónde estás solo tú y las palabras, no te hace falta nada más.
Y así empezó esta maquinaria,
todos los meses, de una forma u otra he participado en los espacios que ofrecen
que son La puerta de la nevera y Poema a cien manos. He sido publicado en
ambos, lo que siempre ha sido una grata sorpresa, porque aunque La puerta de la
nevera es componer una frase de máximo 20 palabras a partir de la que te dan
ellos, con esa palabra rebuscas muy dentro y sacas lo mejor de ti a
través de ella y así compones un mensaje con un objetivo: "Si pudieras
dejarle una nota al mundo en la puerta de la nevera ¿qué le dirías en 20
palabras?"
Menos en el mes de noviembre, en agosto,
octubre y diciembre me han publicado por la composición de mis frases para ese
mundo que lee su pequeña nevera llena de notas.
En el número de agosto me
publicaron con la palabra SOMBRA, para la que compuse: "Cariño, lo siento,
me voy a Nunca Jamás. Dejo mi mala sombra en el armario por si la quieres
guardar"
En octubre lo hicieron con la
palabra CAJA, con la frase: "Se ruega no abrir si no es para dejar algo
dentro: esta caja no regala sus secretos, los intercambia!"
Y en diciembre lo hicieron con la palabra ROBAR, con la que escribí: "Si vas a robar la luna pon una vela en su sitio, muchos seguimos buscando la luz en el infinito".
Para el mes de septiembre si participé
en La puerta de la nevera, pero no me seleccionaron, sin embargo si lo hicieron
para su sección Poema a cien manos, algo más compleja, ya que se
trata de componer versos propios a partir de versos que dejan colgados en la web los miembros de la revista y, una
vez hecha la cosecha de dichos versos a partir de la participación de la gente, se empiezan a
componer poemas y es ahí donde cada uno es libre de combinarlos como quiera.
Fue toda una sorpresa cuando me encontré mi soneto publicado, la verdad no me
lo esperaba para nada, pero lo seleccionaron y lo sacaron a la luz para todos
sus lectores.
Escribir es algo curioso, nada
llena más como vaciarte ante un papel y sentir que lo que escribes tiene
sentido, pero es gratificante ver que otros encuentran también sentido a tus
palabras y quieren compartirlo con los demás.
Supongo que quería que la primera entrada
del año fuese especial, quería hablaros de esta revista, cuyas iniciativas me
parecen geniales, y quería hablaros del arte de escribir, y de lo que este
significa para mí. Quería compartir con vosotros pequeños momentos de literatura
que creé a lo largo del 2014 y que me hicieron sentirme bien, para así, quizás
con alguna de las frases sacaros una sonrisa, que es una buena forma de empezar el 2015.
Texto en Literatura con Hª
* Todas las imágenes de este post han sido sacadas de Cuentos para el andén
Mira no conocía esta revista, me voy de aquí con un nuevo descubrimiento :-)
ResponderEliminarYa sabes lo que se dice... no terminarás el día sin aprender algo nuevo :D
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