La Navidad esconde cultura y tradiciones. Detrás de cada fiesta hay una costumbre que ha pasado de generación en generación.
La amplitud en la mirada hacia otras culturas nos ayuda a entender el porqué se han ido tomando caminos diferentes en los respectivos puntos que cada país compartía hasta convertirlos en una tradición diferente aunque siempre, o en la mayoría de los casos, con un transfondo similar. Uno de esos puntos en común que se ha ido desarrollando en diferentes vertientes según el país, su cultura y su historia, es la Navidad, como celebración y fiesta que trae consigo la llegada de un nuevo año.
En los retazos de nuestra historia, de nuestras culturas
humanas, aparece la Navidad reflejada con distintos nombres y distintas
costumbres pero con un transfondo de fiesta y celebración. Aunque hay que
destacar que en algunas culturas estas celebraciones religiosas y populares no
se relacionan con nuestro concepto español de Navidad ya que tienen una
evolución diferente a la que ha tenido
esta festividad en nuestro país. Así pues, bajo el punto de vista acostumbrado a las
típicas Navidades de Misa del Gallo, Papa Noel y Reyes Magos, otras costumbres
dadas en las mismas fechas, en otros países, se convierten en tradiciones
desconocidas, alejadas de nuestro concepto de fiesta navideña, enajenadas casi
de nosotros como todo aquello que no conocemos. En este post lo que se pretende es acercar esas culturas navideñas diferentes a las nuestras para que no sean tan desconocidas.
Lo primero sería hablar de la geografía de cada lugar ya que esta también tiene un papel fundamental en la Navidad puesto que, mientras que aquí se desarrolla en pleno invierno, en lugares como Australia se desarrollan en verano. Hay que destacar además que la geografía marina también tiene mucha importancia en las fiestas navideñas de algunos lugares como Brasil, donde juega su papel la diosa de los mares Yemanjá.
Así cada lugar, a partir de lo que le rodea, crea un ambiente navideño diferente al de otros lugares.
GEOGRAFÍA: FUEGO Y AGUA PARA PURIFICAR LAS FIESTAS
En algunas
culturas como en India, la navidad se celebra en fechas similares a las
nuestras pero sin embargo el año nuevo no se celebra hasta el 20 de abril, que
se conmemora con grandes hogueras y un ritual acuático ya que ese día millones
de peregrinos se bañan en el Ganges o en pozos y estanques considerados
sagrados.
A partir de esta primera construcción,
según las teorías de algunos autores, se inició el culto a la Natividad.
Lo primero sería hablar de la geografía de cada lugar ya que esta también tiene un papel fundamental en la Navidad puesto que, mientras que aquí se desarrolla en pleno invierno, en lugares como Australia se desarrollan en verano. Hay que destacar además que la geografía marina también tiene mucha importancia en las fiestas navideñas de algunos lugares como Brasil, donde juega su papel la diosa de los mares Yemanjá.
Así cada lugar, a partir de lo que le rodea, crea un ambiente navideño diferente al de otros lugares.
GEOGRAFÍA: FUEGO Y AGUA PARA PURIFICAR LAS FIESTAS
Fiesta navideña en Brasil |
El agua, como ya se ha mencionado, también
tiene mucha importancia en Brasil donde miles de pequeños barcos con velas encendidas y llenos de flores y regalos son lanzados al mar por una población vestida de blanco o del color del santo del candombé (identidad cultural mestiza) que
va a reinar durante el año entrante,
mientras bañan en el mar sus pies
desnudos. Si la marea se los lleva es un
buen presagio, ya que significa que
Yemanjá, Diosa de los Mares, bendice el
nuevo año.
Amigos en Australia celebrando la Navidad. De BekiaNavidad |
El mar también es muy importante en Australia, pero su importancia no es sagrada sino que, debido a las buenas
temperaturas de ese país, muchas familias celebran las navidades con picnics en
la playa, incluso el propio Papa Noel cambia y abandona su sombrero y abrigo
rojo, presentándose a lo marinero con un sombrero, camiseta de tirantes azul marino y amplios pantalones
cortos en plan pesquero; que es conocido como Swag man.
La contraposición a este elemento como
centro de toda celebración esta en Noruega, donde es el fuego y no el agua el
que juega un papel fundamental ya que los noruegos asocian la Navidad con la
luz de las velas y el fuego en un rincón de la casa.
También en Alemania es muy importante ya
que él último día del año se queman castillos para ahuyentar a los espíritus
malignos en honor a San Silvestre, a favor del cual también corre la bebida.
Fiesta navideña en Japón |
El quemar cosas como señal de limpieza y
pureza para el año que llega está presente también en la cultura japonesa pero
sin fuego, ellos saldan sus cuentas pendientes y limpian sus casas y enseres,
llegando a veces incluso a renovar el vestuario el último día del año. Esto
está marcado por la tradición y después de esta limpieza (que se hace de manera
especial) se reúne la familia para cenar las típicas tazas de fideos que son
símbolo de longevidad, además muchos japoneses permanecen despiertos toda la
noche esperando al amanecer para poder ver el primero del año y después van a
un santuario para pedir felicidad, prosperidad y suerte. Esta fiesta se conoce
como Omisoka o Gran Día Final del Año y en ella se hacen regalos, donde el más
tradicional es el Oseibo, que suele contener alimentos variados. Esta fiesta es
muy importante, al contrario que la simple época de la Navidad, ya que para
ellos es puramente comercial y sus calles son decoradas a lo europeo o
americano por mímesis con Occidente. Sin embargo la Nochebuena es para ellos el
nuevo San Valentín y los enamorados salen juntos a cenar. Tanto tiempo lleva
esta nueva forma de celebración que se ha creado una leyenda: si el enamorado
se declara ese día la relación ira muy bien y la pareja vivirá feliz y comerán
perdices para siempre.
Representación de Las Posadas |
En México se sigue un poco la tradición
japonesa y las casas se barren el último día del año para que la suerte entre
limpia en ellas. Esta costumbre se realiza el último día, pero en él la
celebración que se conmemora es el servicio litúrgico de la Misa del Gallo, la
cual también se celebra en Nochebuena; vamos, que por decirlo así tienen dos
Misas del Gallo, la primera se realiza antes de la media noche y después de la
misa es cuando se celebra la tradicional cena; la segunda, como ya se ha dicho,
se celebra la última noche del año.
Además de esta curiosidad en la Navidad
mexicana se puede destacar que en este país latinoamericano los festejos
comienzan 9 días antes de Nochebuena: el 16 de diciembre y lo hace con Las Posadas (imagen de arriba a la derecha) en
conmemoración al difícil viaje que San José y la Virgen hicieron a Belén sin
encontrar una posada ante el nacimiento de Cristo. En esta conmemoración las
familias se turnan cada noche y celebran una posada en su casa; por lo que son,
con diferencia, los más hospitalarios en lo que respecta a las demás culturas
en el desarrollo de la celebración Navideña.
FECHAS NAVIDEÑAS, FIESTAS DIFERENTES
Por último, hay dos culturas para las cuales el mes de Diciembre
es importante, pero por motivos prácticamente ajenos a la Navidad.
Una de ellas es la cultura judía cuyo mes de Kislev, al que se le
otorga el nombre de “noveno mes” y que es el último del otoño (boreal), es paralelo a los meses occidentales de noviembre y diciembre.
Festival de luces o Hanukkah |
En este mes el día 25 para ellos no tiene que ver nada con nuestra
celebración del día de la Navidad ni aun cuando caiga en Diciembre. El día 25
mientras la familia aquí se reúne para comer, allí los judíos celebran el
“Festival de las luces” o Hanukkah. Se trata de una fiesta de ocho días donde
el pueblo judío recuerda la rebelión, la lucha y la victoria contra el reinado
sirio cuando este les prohibió practicar su religión imponiendo su cultura. Los
ataques de la rebelión duraron 3 años hasta que ocuparon el Templo en el Monte Moriah, recuperándolo. En él encontraron apagado el candelabro de ocho brazos y
nueve velas que siempre estaba encendido y con una pequeña botella de aceite lo
encendieron. El aceite consiguió mantenerlo encendido ocho días y el hecho fue considerado
un milagro, por lo que su fiesta dura exactamente los mismos días que se
mantuvo encendido. En ellos las familias juegan a la Dreidel, o Perinola
(peonza) un juego de azar que tiene un
cuerpo poligonal y cada uno de sus
laterales están marcados con letras o
números, que indican el resultado de cada giro.
En recuerdo al suceso del templo, aparte de este juego, las
comidas que se preparan en los días que aquí se consideran navideños, son a
base de aceite, como la tortilla de patatas delgada o latke.
Para los judíos la Navidad no es importante ya que para ellos
Cristo es solo un mesías más, no el hijo de Dios como en las culturas
cristianas, y por lo tanto su nacimiento para ellos no significa nada; lo único
que celebran en estas fechas es que consiguieron impedir que los sirios les
sometieran y por tanto ganar su libertad.
Celebración de la Kwanzaa |
Algo parecido sucede con los afroamericanos, los cuales tienen una
fiesta en la época navideña de occidente, pero su celebración, llamada Kwanzaa,
está centrada en la renovación de sus valores culturales ancestrales y en ella se renueva la fidelidad a ellos y
se reúnen alrededor de la primera cosecha del año, por eso el nombre de tal
celebración significa “Primera fruta de la cosecha”.
Está basada en siete principios fundamentales y los símbolos que
la representan son diversos: los colores y las velas. Los colores son el negro,
el rojo y el verde y representan a las personas, la fuerza y la esperanza o
futuro respectivamente. Las velas, llamadas Mishumaa Saba, son 7 en
representación de varios principios que contienen la esencia de la unidad
familiar, la comunidad, la nación y la raza como primer principio, el segundo
es de la autodeterminación de la propia vida y de la libertad de elección; el
trabajo colectivo, la responsabilidad y solidaridad es el tercer principio, el
cuarto es la economía de cooperación comunitaria, el quinto es la importancia
de la creación de comunidades para preservar la cultura. La creatividad
artística es el sexto y el séptimo y último es la fe en la cultura, su
historia, su lucha y sus gentes.
A pesar de no celebrar la navidad como fiesta en sí, el fin de año
sí que es importante para ellos, cuya celebración finaliza con una reflexión
conjunta y en silencio sobre los deseos para el nuevo año que entra.
VIVENCIAS: UNAS NAVIDADES DIFERENTES
La historia de la Navidad en cada cultura
es diferente, pero lo es aún más la vivencia de ellas. Lo que los libros nos
dicen sobre ellas no se puede ni comparar con lo que es vivirla y saborear sus
diferentes costumbres.
Janina, una venezolana de 47 años que vive en Alemania desde hace 17 vive la navidad alemana como una fiesta
donde “la gente come y bebe desde temprano” y también dice que esta costumbre
se acompaña con las compras de decoración, de regalos y también de especias
para la cocina.
Lo más tradicional de Alemania que destaca
Janina es la Feria de Navidad o Mercadillo navideño, conocido allí como
Weihchnachtsmarkt, el cual está abierto desde noviembre para que coincida con
la época de Adviento, ya que para los
alemanes la navidad empieza desde el primer domingo de Adviento, desde que se
inicia el camino hacia el nacimiento de Jesús, “durante cuatro domingo antes
del 24 de diciembre”.
Janina destaca el Mercadillo de Nüremberg
por ser el más famoso, aunque afirma que el de Hamburgo “tampoco se queda
atrás”. Estos mercadillos son tan famosos en gran parte por su antigüedad
porque se consideran una tradición , “muchos de ellos se vienen celebrando
desde hace 300 años o más” y por eso todos los años son visitados por cientos
de personas para hacer las compras de navidad en estas fechas tan especiales
para muchos. El hecho de que las navidades se celebren de manera tan temprana
hace que el día seis de diciembre todo el mundo reciba un regalito; es el día
de Nikolaus, mientras aquí los días de regalarse son el 25 de diciembre y el 6
de enero, con Papa Noel y Los Reyes Magos respectivamente.
En cada región de Alemania por navidad lo
que se come es diferente, depende de esta para que los alimentos que priman en
la dieta navideña sean unos u otros. Janina nos habla de Bremen, donde ella
vive y resalta como lo más típico son las salchichas con ensalada de patatas en
la cena del día 24, aunque “hay gente que come pescado también” afirma.
Luego, el día 25, en lo que sería nuestra
comida de Navidad, se prepara ganso o pato con col roja y patatas. Aquí
nosotros preferimos el cordero, una diferencia más entre los distintos países;
una forma más, diferente, de celebrar la Navidad.
“El 26 es también un día festivo y algunas
familias hacen otra vez una comida especial o simplemente comen los restos del
día anterior” cuenta Janina, aunque otra opción, dice, es ir a un restaurante y
comer allí con la familia.
Ya fuera de días específicos y de la región
concreta de Bremen Janina cuenta que en toda Alemania se hacen unas galletitas
durante la época de adviento, y las más famosas, destaca, son las estrellas de canela
y los cuernitos de vainilla. “Hay unas galletas que se llaman Lebkuchen que se
comen y se hacen de diferentes formas”, estas diferentes formas de las galletas
se pueden hacer fácilmente porque la masa con la que están hechas es pan de
jengibre, por lo que se pueden moldear. También, destaca Janina, “se hacen las
famosas casitas, los San Nicolás...”
El clima y las pocas horas de luz que
tienen también afectan a la Navidad en Alemania: “Como es invierno ya a las 4
de la tarde la luz comienza a mermar y la gente pone muchas velas o lucecitas.
Eso también es muy tradicional.” Cuenta Janina, hablando de esa tradición por
la luz y el fuego que ya se ha destacado antes. Pero no es lo único ya que el
frío no solo trae el fuego como recurso en los alemanes: la bebida navideña es
fundamental allí para combatir el frío; así lo afirma ella:
“¡Ah! y como hace un frío que pela, se toma
vino caliente especiado, Glühwein, o el mega potente Feuerzangenbowle, que es
un vino caliente especiado también pero con licor y azúcar, vease... una bomba.
Tomando uno de los dos, se te quita el frío, pero un vaso del último basta para
que veas ante tus ojos el nacimiento de Jesús...”
ITALIA: SEMEJANZAS NAVIDEÑAS
Así nos cuenta Janina su navidad, pero no
es la única que puede contar una celebración diferente a la de España:
Tradición de los Zampognari |
Simone, es un italiano de 35 años
que vive en España de manera continuada, pero que siempre vuelve a casa por
Navidad, “como el anuncio del turrón” se ríe.
Simone destaca que lo más típico de la
Navidad en Italia es, como aquí en España, el Belén, “es una tradición nacida
en Italia; aunque en italiano es "presepe", de pesebre” cuenta.
También destaca una tradición que “se lleva mucho”: los "zampognari",
personas que se visten como campesino o pastores y que van por las ciudades y
en los barrios, incluso casa por casa, tocando la "zampogna", que es
un instrumento antiguo de caña. “Creo que en España hay algo parecido, la
gaita, pero no se si se utiliza igual que en Italia” dice un poco dubitativo.
Igual que en Alemania Simone destaca de
Italia que, en lo referente a la alimentación, “cada región o comunidad
autónoma, tiene su propia comida”, lo que sí que no varía en ningún lado, dice,
es que “el 24 no se puede comer carne, bajo ningún concepto, así que las cenas
son todas a base de pescado y verduras. En cambio el 25 te pones cerdo de
carne” dice entre risas “especialmente de cordero”, puntúa.
Tortellini al brodo |
Sin
embargo en su pueblo: “Ancona, región de
las "Marche", Marcas en español”, Simone destaca que “es muy típico comer por lo menos dos primeros platos y uno de ellos siempre son los tortellini albrodo, es decir con caldo de
gallina”.
Como dulces típicos destaca el Pandoro y el
Panettone (este último también se come en España). También hay una gran variedad de turrones, pero destaca que los dulces son como las comidas “cada comunidad tiene sus dulces y sus postres”.
Como muy importante destaca que la navidad, normalmente, siempre se pasa en
Familia pues para los italianos esta es muy importante; “hay un refrán que dice
"Natale con i tuoi, Pasqua con chi vuoi", es decir: Navidad con los
tuyos, Pascua con quien quieras”.
“Allí los regalos nos los trae Babbo
Natale, vamos, Papa Noel, la noche entre el 24 y el 25 y los deja siempre debajo
del árbol de Navidad”, cuenta; una costumbre que aquí en España es seguida por
muchos. Sin embargo el 6 de enero nuestros Reyes Magos son
"sustituidos" allí por la Befana, que es a menudo descrita como una
anciana, que vuela sobre una escoba, pero que a diferencia de una bruja suele
estar sonriente y tiene una bolsa o un saco donde guarda los regalos que
después son puestos “en medias y calcetines que hay colgados por toda la casa”;
un poco diferente al zapato que se pone en España, pero igual de efectivo.
Además de regalos la Befana les lleva
golosinas, chocolate, y si se ha sido malo, igual que aquí, se regala carbón;
“el carbón está hecho de azúcar y esta… ¡¡riquísimo!! No me importa no haber
sido bueno para que me lo traiga”.
EL BELÉN: TRADICIÓN CULTURAL
Otro tema navideño importante que se pone
sobre la mesa y nunca mejor dicho, es el Belén, pero no todas las culturas
tienen la misma forma de construirlo.
Pero para hablar del Belén es importante
remontarse a los orígenes del mismo: un 24 de diciembre del año 1223, donde SanFrancisco de Asís en Italia, concretamente en la cueva de Greccio, revivió el
nacimiento de Jesús creando un culto que se extendió por todo el mundo como una
costumbre de modelar nacimientos.
En Europa cobraron distintos nombres el
mismo tipo de construcción: presepe en Italia, como se ha visto con Simone,
Crèche en Francia y Krippe en países de lengua germánica, entre otros.
Este tipo de construcciones navideñas que
representaban el nacimiento de Jesús se inició como una moda en el siglo XV,
creándose en monasterios y oratorios a partir de grandes estatuas de madera o
barro cocido en el siglo XVI. Las Agustinas de Murcia fueron las primeras que
propagaron el hecho en si como una tradición, que finalmente se convirtió en
hogareña, es decir, pasó de los monasterios a los hogares en el siglo XVII. Se
dejaron atrás las estatuas para dar paso a las figuras más pequeñas y de
múltiples medidas para que cada familia pudiese tener el belén que quería o
podía permitirse: un belén hecho a su medida. El número de figuras se
multiplicó prevaleciendo el uso del barro cocido como material artesanal. Se
inicio un concurso que dura hasta nuestros días: quién posee el Belén más
hermoso; en aquella época, evidentemente, los que competían eran los nobles y
los soberanos que buscaban presumir del mejor Belén.
En la actualidad la tradición sigue
constante, llegando a considerarse muy importante y siendo un objeto de valor que
se trasmite de generación en generación, enriqueciéndose cada año con la compra
de alguna figura o complemento nuevo; todo para mantener, por encima de cómo se
haga, el sentimiento religioso, como valor casi sagrado e intocable, que se
aprende en las familias religiosas desde la más tierna infancia.
El Belén se ha convertido en un mundo
secreto, pequeño, donde se entremezclan nuestras tradiciones, y es que es
considerado por muchos la traducción del Evangelio a todas las lenguas del
mundo.
Un reflejo de esta construcción “políglota”
es que el Belén no está solo en Europa sino también en los diversos países
llamados del Sur, en los cuales el Belén también se convierte en un centro muy
importante de la Navidad para ellos; y no solo eso, sino que su construcción,
además, les puede dar un modo de sostenerse ya que muchos de estos países están
amparados por ONG, las cuales venden los diferentes modelos de belenes que
construyen aquí en el los países del Norte.
Igual que los españoles tenemos los puestos
navideños para comprar figuritas del belén, o igual que los alemanes tienen sus
mercadillos con el mismo objetivo, otro tipo de belenes, muy diferentes a los
vistos en estos puestos, se presentan en las tiendas de comercio justo con
diversas formas y colores, hechos con materiales diferentes y diversos, con
todo lo que peruanos, mexicanos, vietnamitas, hondureños… y más culturas
deferentes tienen al alcance de su mano, nunca mejor dicho, pues son belenes
hechos a mano 100%.
ALTERNATIVAS: LOS BELENES DE COMERCIO JUSTO
SETEM, una ONG española, con una tienda de
Comercio Justo en Madrid, es un ejemplo donde se pueden encontrar este tipo de
Belenes, en todas las navidades los colores de cada tipo de Belén muestran estantes multiculturales en los que Perú, México, Bolivia, Honduras,
Bangladesh, Camerún… aportan su arte a la tradición del Belén.
El más variado sin ninguna duda es el tipo de Belén que se hace en Perú (imágenes de la izquierda), ya que tienen diferentes
tipos debido a que reflejan la presencia
del Belén en todo aquello que les rodea
y que tiene gran importancia en su vida; así podemos encontrar belenes peruanos en el interior de un volcán debido a la gran cantidad de volcanes que hay en esas tierras. En especial el más
alto es el Misti, en Arequipa.
También hay belenes donde se representa la
música, y en vez de pastores aparecen
músicos con instrumentos típicos
de la zona, igual pasa con el autobús,
muy importante para ellos en su forma de vida, de tal forma que también se pueden encontrar belenes representados en este medio de transporte. Los peruanos también destacan Cuzco, pues es una ciudad
muy importante para ellos, antigua
capital del Imperio Inca, que fue declarada
patrimonio de la Humanidad en 1983 por la UNESCO. Dicho esto no es de sorprender que entre
sus múltiples belenes encontremos uno denominado precisamente así: Belén Cusco, en conmemoración a una importante parte de
su historia.
Belén Mexicano |
Pero Perú no es el único, como se ha dicho,
que construye belenes: en México encontramos un Belén muy colorido, pero a la
vez toscamente hecho, con mucha sencillez en los rasgos, sin entrar en exceso en los detalles ni buscando hacer tanto las texturas como en los belenes peruanos.
De Vietnam podemos encontrar belenes hechos
en piedra caliza oscura (imagen de arriba a la izquierda), de un negro fuerte como la que usan para construir sus
casas, encima de la cual pintan con colores vivos las formas de las figuras.
En
Bolivia, el Belén (imagen de abajo a la izquierda) se representa encima de una barca típica de allí, debido a
las grandes extensiones de agua que tienen; así reflejan la importancia que
tienen para ellos .
Se podría decir que sea donde sea, el aroma
a Navidad se extiende y llena todo lo que le rodea, y es que, sea en familia, o
en general, con los que más queremos, la Navidad es una celebración que se
sitúa en la época donde termina un año y empieza el siguiente, por lo que nos
hace reflexionar sobre lo vivido y sobre el bien y el mal, para desear un año
más, que en compañía de los nuestros, lo bueno del año que se deja atrás sea lo
peor del que llega.
Todo ello acompañado de comida, de una
decoración navideña, de nuestra tierra o de diferentes culturas, y de un
espíritu que llega a todos los rincones del planeta por muy diferentes que
estos sean, y es que en esta época, como dijo Norman Vincent Peale:
“La Navidad
agita una varita mágica sobre el mundo, y por eso, todo es más suave y más
hermoso”.
* Todas las imágenes de este post, exceptuando las del apartado de Vivencias que han sido aportadas por Janina Pérez y las de los apartados de El Belén: tradición cultural y Belenes de Comercio Justo que han sido tomadas por Lucía Berruga Sánchez, han sido obtenidas de las fuentes de imágenes de Internet.
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