"La Felicidad no se busca, se encuentra"
El libro del que os hablo hoy es muy cortito, o
al menos se lee rápidamente, en un par de horas como mucho, pero que el tamaño
no os engañe: es un pequeño pero gran libro que engancha, emociona y que da
valiosas lecciones sobre, precisamente, lo que pongo en el título de este post:
encontrarse a uno mismo y hallar el camino que todos, en algún momento de
nuestra vida, perdemos.
Lo cierto es que no soy muy de leer libros de autoayuda,
no me van demasiado pero el ejemplar que guardo en la cabecera de mi cama lo
encontré hace mucho en una estantería pequeña de un centro comercial y, como
muchos libros antes que él, algo me llamó y supe que me convenía leerlo porque
me iba a gustar. Este no es un libro para cuando estas en plan depresivo, ni
siquiera para los tristes o melancólicos (que también les ayudaría), no, es un
libro que le enseñará a cualquiera persona que lo lea, de manera sutil y en
forma de fábula, unas pautas que en el fondo todos tenemos y sabemos pero que,
de vez en cuando, viene bien echarles un ojo y mantenerlas firmes para evitar
que el día a día las arrolle y que acabemos perdiéndolas de vista.
Si este libro me gustó fue porque es como echarte un
vistazo a ti mismo y darte cuenta de lo importante que eres y de lo necesario
que es mantener vivas las ilusiones y las pasiones que toda persona posee. La
vida a veces se hace difícil y eso es así, descubrir las maneras de allanar el
camino es importante para que no se haga todo tan cuesta arriba y podamos
seguir con nuestra forma de vivir sin provocar demasiados estragos. Eso es lo
que pretenden sus autores Álex Rovira y Francesc Miralles con El laberinto de la Felicidad: abrirnos los ojos para ver esas
pequeñas cosas maravillosas del mundo que nos rodean para hacer más faciel el camino y
darnos las pistas que nos permitan ver las cosas de otra manera y ser felices.
Cuando leí este libro me sentí muy identificada con la
protagonista, Ariadna, que pierde el sentido de la vida y debe encontrarlo
pasando por un laberinto en el que deberá encontrar las respuestas a todas las preguntas que la vida nos va
poniendo por delante según crecemos y que ella ha ido perdiendo en el transcurso de su rutina
diaria, impidiéndole volver a ser quien era cuando era feliz e incluso impidiéndole recordar quién era
esa persona de antes. Ariadna se adentra en este viaje sin siquiera quererlo y sintiendo
que lo ha perdido todo, pero sale transformada de su viaje por el Laberinto de
la Felicidad y, con ella, el lector que la acompaña, demostrándonos que el
sentido de la vida está en las cosas pequeñas que nos rodean.
Aunque suene un poco místico las preguntas más difíciles, a la hora de encontrar respuestas, suelen ser las más simples de contestar si buscamos esa respuesta en
nuestro interior, pero a veces sacar tiempo para nosotros y mirar lo que
realmente queremos, hacia dónde vamos y descubrir para qué vivimos realmente,
se torna difícil y arduo. Sinceramente, yo no me di cuenta de muchas cosas a
las que no prestaba atención y que eran importantes en mi vida o, todo lo
contrario, a la cantidad de cosas que sí que les prestaba atención y que no
eran importantes en mi vida, hasta que me leí este pequeño libro y las descubrí,
por eso quería compartirlo con vosotros, para que os animéis a leerlo y no
dejéis pasar esos detalles que hacen de nuestra vida un camino más sencillo y
feliz.
Para iniciaros en este camino por el Laberinto de la
Felicidad os dejo aquí la página donde, al final, podréis encontrar un enlace
de PDF con el primer capítulo "El bosque de los lamentos", por si os animáis a leerlo.
El laberinto de la felicidad consta de varios capítulos
cortos, de unas cinco o seis páginas, con letra bastante grande dejando mucho
espacio entre líneas de manera que resulta muy fácil de leer, haciéndose aun
más corto de lo que es. Sin embargo no dudo al afirmar de que cada una de sus
líneas transmite un hermoso mensaje, lo que hace que su lectura no tenga
desperdicio.
Es un libro muy especial que contiene además muchas frases
o citas que pueden calentar el corazón como una buena manta en invierno, ellas
son esos pequeños descubrimientos que vamos obteniendo del mundo y de lo que realmente importa.
No quiero desvelaros nada del libro porque es una
auténtica joya de principio a fin y cualquier cosa que dijera haría que
perdiera parte de esa magia que tienen sus páginas, sin embargo no quiero dejar
de lado la oportunidad de citar alguna de esas mágicas frases o reflexiones que
podemos encontrar en las páginas de este libro, todas ellas maravillosas que se
convierten en enseñanzas únicas de una forma sencilla y sutil y que calan muy
intensamente.
Una de mis frases favoritas, y para que os hagáis una idea
de los pensamientos que podéis encontrar en sus páginas, es la reflexión que
hace un pequeño pigmeo a Ariadna:
“Por muy pequeña que sea tu ventana el cielo sigue siendo igual de grande”
Esta es una frase muy necesaria que se ha de recordar en
los momentos oscuros que a veces nos rodean porque, aunque parezca que todo se
ha empequeñecido, el mundo exterior sigue estando ahí, llenándolo todo de cosas
maravillosas que se han de aprovechar y descubrir. Es una reflexión para
guardar, como dice Ariadna, en el fondo de nuestro corazón para los días de
sombra.
Muy interesante también es la reflexión que se hace sobre
cómo vivimos en función de las opiniones que se dividen en tres escalones que,
cada uno tiene en su cabeza:
“El primero es la opinión que tenemos de los demás, que
sólo sirve para crear prejuicios. El segundo es la opinión que creemos que los
demás tienen de nosotros, que genera miedos, engaños y malentendidos. El
tercero es la opinión que tenemos de nosotros mismos, que hace que nos miremos
el ombligo e inventemos problemas. Conviene limpiar de vez en cuando las
opiniones de estos tres escalones para lograr una vida auténtica y feliz”
Lo cierto es que vivimos atemorizados por el constante
peso de la opinión de los demás, sin darnos cuenta de que lo que hacemos, lo
hacemos para nosotros mismos y por y para nuestra felicidad porque, sí no es
ese el auténtico motivo, entonces no lo estamos haciendo bien. Hemos de hacer
una limpieza de opiniones para no caer en el error de sentarnos sobre alguno de
estos tres escalones que pueden llegar a cambiar la forma de vida que llevan
las personas.
Solo os pongo estás dos reflexiones, si os han gustado y
queréis más tendréis que ir a buscarlas dentro de las páginas de este
maravilloso libro que, a pesar de su sencillez, cala muy hondo. No olvidéis aun
así que, como todo laberinto, la salida es difícil de encontrar y de ver, como una pequeña mariposa, es más,
como la Mariposa de la Luz que, desde el primer momento, ya va alumbrando sin
ser vista el camino dentro del libro hacia la ansiada salida. Tampoco debéis
olvidar que para encontrarla tendréis que acompañar a Ariadna al fondo de si
misma para que aprenda a quererse a ella y a la vida tal y como es y como
viene, meta alcanzable solamente cuando haya aprendido a ser realmente feliz.
Además, como toda buena guía, el libro aporta al final un
apartado de pistas para poder encontrar el camino hacia la salida del
laberinto: una serie de citas de otros autores como Jean Nidetch que, aun estando fuera del libro, tienen muchísimo
sentido conservar presentes para encontrar ese sentido de la vida y esa
felicidad que, a veces, se nos escapa de las manos:
“Son tus decisiones y no el azar lo que determina tu destino”
Por eso comparto este post con vosotros, porque, a pesar de haber dejado ya el libro a varias personas, no deja de ser suficiente y porque, como bien pone al final de la historia es un libro que tiene dos alas, como la Mariposa de la Luz, y del lector depende que siga volando para mostrar a quien lo necesite el camino hacia el centro del laberinto.
* Todas las imágenes de este post han sido obtenidas de las fuentes de imágenes de Internet.
Excelente post te felicito excelente y brillante ser de luz desde venezuela bendiciones y saludos para ti.
ResponderEliminarMuchas gracias Tera :) Me alegra que te haya gustado.
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