Tras unos días de relax por mi
cuenta, fuera de la rutina del máster en el que he cerrado mi primer año,
quería haceros una reflexión sobre cómo he vivido este curso académico, que
termino hace 2 semanas y que ha tenido para mi más quebraderos de cabeza que
otra cosa. A penas a dos semanas de empezarlo os escribí la entrada de La Cultura para quien puede y no para quien quiere en el que os contaba la
subida de los precios de máster y lo difícil que nos lo ponen a los estudiantes
actualmente con dicha subida. Nos hacen tomar la dura decisión de si
merece la pena invertir en un país como España donde, está claro, la educación
y el acceso a la misma vale tan poco, donde no hay trabajo ni para los que
están dispuestos a trabajar para pagarse sus estudios ya sea porque sus padres
no se lo pueden permitir o porque no se les quiere cargar con esa losa.
Invertir, esa es la palabra: invertir tu tiempo, tus esfuerzos, tus esperanzas,
tus ganas y, cómo no, tu dinero. Porque aunque no nos guste todos acabamos cayendo
en lo materialista, aunque nos guste más o nos guste menos. Acabamos cayendo en
lo material, en manos del capital porque este controla nuestra vida y es la
base de todo lo que tenemos: nuestro hogar, nuestra comida, nuestra forma de
vida y la de aquellos que nos rodean...
Actualmente es una decisión difícil
la de querer seguir formándote porque te encontrarás con muchos huecos que
cubrir y que llenar, económicos, que no sabrás si merecerán la pena. Yo puedo
decir que me he tirado todo el año intentando encontrar trabajo sin éxito, con
más ganas de tirar la toalla que en otras épocas de mi vida que creía haber olvidado,
sintiéndome muy desamparada y encontrando poco apoyo en aquellos que se hacían
llamar amigos. Sé que generalmente no meto temas personales en mi blog y que,
sin perder mi punto de vista, os cuento cosas que he visto, leído, asistido o
escuchado, pero en esta quiero contaron cómo he visto el panorama de mi curso
académico y cómo me he sentido y la perspectiva general ha sido (excluyendo a
mi familia y pareja) que me chocaba de manera constante contra un muro, sin
parar, y que a nadie le importaba. Ha sido un año muy frustrante y ya no solo
por no encontrar trabajo sino porque el máster, quitando que pueda pagarlo o
no, ha dejado MUCHO que desear en mis ganas de seguir aprendiendo, de encontrar
mi camino y de abrirme puertas en la investigación.
Ese MUCHO también ha resultado ser
muy frustrante ya que los contenidos han dejado bastante que desear y la
actitud de algunos profesores, respecto al contenido y forma de enseñanza,
también. Para aquellos que no lo sepan hago el Máster de Comunicación Social en
la Universidad Complutense de Madrid, y por supuesto no voy a dar nombres de
asignaturas ni de profesores, pero puedo decir desde mi experiencia y la de mis
compañeros que ha habido asignaturas lamentables por las que hemos pagado
muchísimo dinero y por las que el esfuerzo que los profesores han puesto en
impartirlas ha sido más bien nulo.
Hay cosas que en la carrera,
mientras estudias una diplomatura o licenciatura (ahora un grado), se pueden
consentir aunque tampoco se deberían hacer como el basar el programa de la asignatura en algo
que no nos aporta nada nuevo a los estudiandtes o que incluso es inútil porque ni repasa los
contenidos básicos, mandar e-mails preguntando a los profesores con dudas y que
no se te conteste o si se contesta sea una semana después, quedar con ellos en
tutoría y que no aparezcan hasta casi una hora después y que encima te digan
que estaban "tomándose algo con un
compañero"... en la carrera esto a veces pasa aunque no en demasiadas
ocasiones y, como digo, no se debería consentir pero tampoco ocurre mucho
porque ves a los profesores dos o tres días a la semana y pueden resolverte las
dudas personalmente, pero en el master, al menos en el mío, les ves una vez a
la semana y para de contar, y las dudas te dicen que las resuelvas en tutoría...
Sin embargo peor que un profesor
jugando al Pou con sonido en medio de una exposición de compañeros, peor que
una falta de respeto como que no se te conteste a los mensajes o que no
aparezcan a la hora acordada en el despacho... peor que eso es que no te
enseñen nada de provecho porque en un Master predoctoral el temario consista en
ver películas o en ver cómo funciona google, e incluso, en abrirte cuentas como
las de gmail u otras fuentes... repito, en un máster PREDOCTORAL y, sobretodo,
el hecho de sentir que estás endeudándote y buscando trabajos, que no harías si no
tuvieras que conseguir dinero, por una constante decepción en materia de
contenidos y enseñanza.
Creo que ha sido lo más duro de todo, el correr buscando algo con
lo que pagar aquello que no te motiva y que no te inspira y encima sentirte mal
por no poder conseguir un trabajo mal pagado y con horarios de escándalo... Como
digo, muy frustrante igual que ver como te esfuerzas y los profesores reparten
las notas por igual. Hubo una asignatura en la que a todos los que expusimos en
clase el trabajo escrito nos dieron el 10 y a los que solo presentaron el
trabajo en papel les pusieron un 8... bastante sospechoso la verdad, sobretodo
porque había unos trabajos mejores que otros sin ninguna duda. Pues así con
muchas cosas.
Una de las peores cosas que se
dieron en el master fue la imagen que os pongo arriba la izquierda: un trabajo de
otro año entregado por compañeros para una de las asignaturas que yo daba en el
master usada como cuña de un aparato de diapositivas que estaba en el
departamento. Esa demostración de POCA VERGÜENZA, de FALTA DE INTERÉS por el
trabajo de los alumnos y DESPRECIO hacia el mismo y los mismos, es la constante
que yo he tenido en este máster desde, prácticamente, el principio de curso.
Es fácil, si pudiese volver a
empezar no haría este máster, es más, pensé en dejarlo en varias ocasiones, en
especial cuando aún no había pagado nada y dependía de la beca... sin embargo
cuando me la denegaron ya llevaba casi un cuatrimestre entero cursado, eran
muchas horas y trabajo propio invertido y decidí continuar aun sabiendo lo que había por delante; lo hice
porque era el único camino para llegar a donde quiero llegar y porque sabía que
aunque me metiese en otro master con base periodística me iba a ocurrir lo
mismo porque, actualmente, en ninguna carrera se invierte en crear nuevos contenidos, lo único
que hacemos es repetir y repetir información que, los que las hemos terminado y queremos pasar al siguiente escalon, estamos hartos de oír.
En positivo diré que he aprendido
cosas nuevas en el campo de la investigación, aunque hayan sido las menos, que
me ha ayudado para seguir haciendo cosas por mi cuenta a través de los trabajos
voluntarios y que he conseguido meter un poco la cabeza en este mundo de
docencia, investigaciones y congresos empezando a hacer artículos serios que en
algun momento, espero, se publicarán. Por supuesto mencionar a mis compañeros
de máster , que han sufrido conmigo las carencias de este sistema educativo
actual que tenemos encima, gracias por su simpatía y alegría, por nuestras
salidas y por los buenos momentos pasados, han hecho la rutina diaria más
pasajera y animada.
Como la última vez que escribí
sobre este tema, no tengo una conclusión clara, ni siquiera positiva, solo la
esperanza de que el curso que viene sea mejor, de que las cosas mejoren, de
encontrar un trabajo que, mínimo, no me disguste y de conseguir por lo que
estoy peleando yo y tantos otros. Creo sinceramente que el panorama actual
educativo y social está minando las ganas e ilusiones de mucha gente muy válida
y haciendo que, con contenidos a precio de oro como el que se me han impartido
a mí este año, se pierdan las ganas de seguir cultivando nuestra mente y
haciéndolo solo porque es el trámite que hemos de pasar para llegar al otro
lado, para llegar a ese futuro que muchas veces parece escaparse entre los
dedos.
Albert Einstein dijo una vez
"Nunca consideres el estudio como una obligación, sino como una
oportunidad para penetrar en el bello y maravilloso mundo del saber." No
se debería consentir que esto ocurriese y menos entre personas que quieren
seguir estudiando para formarse como doctores... y sin embargo sucede: cientos
de generaciones de estudiantes de másteres descontentos salen cada año de la
universidad, sin nada que podamos hacer excepto hacer público esta forma de
desperdiciar las ilusiones y esfuerzos de tantos tirando a la basura el conocimiento que una
universidad debería dar a los que entran en ella a buscarlo.
* Exceptuando las imágenes de Mafalda que han sido obtenidas de las Fuentes de imágenes de Internet, las otras imágenes han sido una hecha por mi y otra tomada por una compañera del master.
Verdades como catedrales. Me identifico totalmente sobretodo en lo referente a la busqueda de empleo.
ResponderEliminarHola Anónimo!! Gracias por tu comentario.
EliminarLamento que estés en una situación similar, mucho animo y fuerza para esta época que nos toca vivir. Ojala las cosas mejoren para todos y podamos encontrar ese sitio por el que tantos estamos luchando!