Hoy vengo a contaros uno de los
secretos gastronómicos mejor guardados de la sierra de Ávila: el restaurante -
y también posada - El paso de Gredos, situado en Mengamuñoz donde podréis comer
comida típica de la zona en grandes cantidades y de muy buena calidad, a un
precio inmejorable.
Llegué a este restaurante gracias
a dos amigos que nos llevaron a mi pareja y a mí aprovechando que pasábamos un
fantástico fin de semana en La hija de Dios, pueblo cercano a Mengamuñoz donde
nos alojábamos. Este restaurante es denominado por ellos como "La
abuelita" debido a que la cocinera y regente del lugar, que hace que su
existencia y fama sean posibles, es una mujer mayor de 82 años, Victoria, que
lleva 28 años ofreciendo sus migas, judías y asados caseros a todo aquel transeúnte
que quiera hacer una parada antes de seguir avanzando por la sierra de abulense.
Con deciros que el restaurante
estaba lleno cuando llegamos a las 14:30 os lo digo todo… si bien es cierto que
su salón no parecía muy grande imagino que entrarían fácilmente treinta o
cuarenta personas; aun así no hubo ningún problema ya que nos pusieron a la
entrada, al lado de la lumbre para estar más calentitos (aunque no hacía nada
de frío, pero igualmente se agradeció).
Una vez allí llegó la buena mujer
a atendernos y a preguntarnos que si ya habíamos estado allí; a continuación nos
ofreció sacarnos "un poco de todo" aunque de poco no tenía nada… ya
que nos plantó para cuatro personas judiones típicos, patatas revolconas (o
meneás) y migas; todo ello en grandes cantidades cómo podéis ver en la foto que
os pongo.
A pesar de todo no sobró nada,
nos lo comimos como unos campeones primero porque había hambre… y segundo
porque estaba todo delicioso. Nada como la comida casera de la abuela ¿no? Pues
este sitio es igual, porque además la buena mujer se enfada si no quieres más o
si sobra comida. Sin embargo ahí no acabó la cosa ya que después llegaron los
segundos y tuvimos que elegir entre filete de ternera y ternera en salsa; mi
pareja y amigos se decantaron por esta última, yo sin embargo me cogí el filete
que era grande pero, gracias a Dios, era finito.
Pos supuesto nos ofrecieron
postre y los chicos se pidieron natillas y arroz con leche, postres caseros
también que gustaron mucho; mi amiga y yo no fuimos tan valientes y nos
decantamos por un par de infusiones, cosa que a la mujer no le pareció bien
(como corresponde a una buena abuela).
Y por último llegó el momento de
pagar y nos salió toda la comida por 11 euros por cabeza, lo cual me pareció
muy económico para la calidad, cantidad y buen servicio del lugar. La verdad es
que si pudiese volvería, nada como un buen plato de comida caliente en medio de
la montaña.
Luego por supuesto, tras
descansar un poco, nos fuimos montaña arriba desde La hija de Dios para quemar
todo lo ingerido y tuvimos la oportunidad de ver el sol ir descendiendo por la
sierra abulense, reflejado en La Hija, el afluente del río Adaja, y en sus
montañas, permitiéndonos ver preciosos saltos de agua y el verde de los campos
de la zona.
A veces viene bien al cuerpo y a
la mente hacer este tipo de escapadas, y desde luego comer en sitios como El
Paso de Gredos alegra el alma y el estomago a cualquiera. Sin duda Victoria y
su restaurante se ha convertido en un icono de la gastronomía popular abulense
que permite a cualquiera poder disfrutar de ella en este pequeño pueblo que es
Mengamuñoz, situado a 32 km de la capital provincial de Ávila y que cuenta tan
solo, según datos del 2014, con una población de 63 habitantes en una
superficie de 11,75 km2… como decía al principio: El Paso de
Gredos es uno de esos secretos bien guardados de las zonas rurales que sin duda
sorprenderá y deleitará a todo aquel que quiera disfrutar de la buena comida y
de la gastronomía típica de la zona.
* Todas las imágenes de este post, exceptuando la primera que ha sido tomada de un reportaje de periódico colgado en la pared de El paso de Gredos, han sido tomadas por Lucía Berruga (L.B.)
Estos son los restaurantes que molan, "perdidos" en pueblos de pocos habitantes pero con el salón lleno siempre de gente. Y desde luego soy fan de las cocineras mayores que te tratan mejor que a un nieto.
ResponderEliminar¡¡Salud y como siempre, me lo apunto!!
Totalmente de acuerdo, por eso, a pesar de que tengo pendiente restaurantes chulos que reseñar he querido hacerle un hueco y hablar de este en particular, porque realmente creo que son este tipo de restaurantes los que merecen la pena y los que deben conservarse :)
EliminarGracias por tu comentario, como siempre, y ya sabes, si alguna vez vas no dudes en pasar de vuelta a dejar tu opinión :D