Cuando salir a comer se convierte en un placer para los sentidos...
Hoy quiero hablaros de un
restaurante que me encanta, se llama Mama Dolores y está en el Barrio de
Salamanca, en la calle Príncipe de Vergara 83, y lo localizamos a través de la
página Groupalia, aunque actualmente ya no trabajan con ellos.
El vale de descuento que ofrecían nos atrajo por la gran cantidad de platos que destacaban en la carta, propios de la cocina creativa y que se ofrecían como alimentos hechos con productos frescos del mercado, elaborados con cuidado para hacer una esmerada presentación que desemboca en un plato impecable que se convierte en una delicia para todos los clientes que visiten el restaurante.
He estado dos veces con mi pareja
gracias al descuento que ofrecía la
página, ya que el precio por persona suele situarse en unos treinta euros, pues
la comida consta de un entrante que está entre 8 y 10 euros y un plato
principal estando la todos entre 13 y 16 euros. Con el descuento eran dos
personas por 25 euros, lo que sale estupendamente pues es ir a comer a precio
de menú unos platos de calidad excelente.
El vale de descuento que ofrecían nos atrajo por la gran cantidad de platos que destacaban en la carta, propios de la cocina creativa y que se ofrecían como alimentos hechos con productos frescos del mercado, elaborados con cuidado para hacer una esmerada presentación que desemboca en un plato impecable que se convierte en una delicia para todos los clientes que visiten el restaurante.
Lo cierto es que el sitio por
fuera no llama nada la atención y se podría decir que hasta parece cutre, con
una puerta pequeña de metal oscura y los carteles en verde no crean una
presentación adecuada al nivel que
tiene... pero todo cambia al entrar ya que, aunque el local no es muy grande (entrarán
unos 50 comensales), la decoración es muy agradable, las mesas están puestas de forma
elegante y está todo muy limpio y ordenado.
Además el servicio es muy bueno y en seguida te atienden, colocando en la mesa un entrante compuesto de pan de gamba con salsa de soja, delicias de verdura en tempura y dos chupitos de salmorejo con lo que parecía salsa de pesto. Sin embargo si digo que el servicio es bueno no es solo porque lo sean tomando nota y sirviendo los platos, sino porque muestran interés, asegurándose de que el cliente esté satisfecho con cada uno de los platos que pide.
De platos principales en la primera vez que estuvimos pedimos yo un Centro de bacalao con salteado de habas, zamburiñas y ajada gallega que estaba bueno pero la salsa que tenía con la ajada gallega me resultó muy pesada porque no la había comido nunca y no me lo pude terminar. Fue una pena porque no pude disfrutar del plato como a mi me hubiese gustado, pero lo que me comí desde luego estaba muy bueno.
Mi pareja por su parte se pidió
un Risotto de jamón ibérico lascas de paleta ibérica y virutas de queso
manchego, magnífico y muy bueno, con una presentación estupenda y muy original,
teniendo la loncha de jamón ibérico enrollada en vertical sobre la torre del
risotto. Estaba delicioso y la presentación hacía que diese pena comérselo.
Por último pero no por ello menos
importantes pedimos los postres, un dulce final para una comida redonda.
Sin duda repetiré, ambas
ocasiones la atención ha sido muy buena, la presentación magnífica y la comida inmejorable. Recomendado al 100%, si queréis una comida especial con la familia o con
vuestra pareja, para celebraciones o simplemente para degustar buena cocina
creativa no dudéis en ir a este restaurante, estoy segura de que quedaréis
satisfechos.
Además el servicio es muy bueno y en seguida te atienden, colocando en la mesa un entrante compuesto de pan de gamba con salsa de soja, delicias de verdura en tempura y dos chupitos de salmorejo con lo que parecía salsa de pesto. Sin embargo si digo que el servicio es bueno no es solo porque lo sean tomando nota y sirviendo los platos, sino porque muestran interés, asegurándose de que el cliente esté satisfecho con cada uno de los platos que pide.
Entrando en materia (la comida) solo decir que los entrantes dejaron claro lo
que nos esperaba: unos platos elaborados y presentados con un sabor excelente; iniciamos por tanto de forma magnífica en las dos ocasiones que fuimos el menú degustación con los
primeros platos: en la primera ocasión yo me pedí la Parrillada de pulpo y chipirones
con mahonesa de tinta, un plato que debéis probar si vais pues todo estaba en su
punto, había más chipirones que pulpo pero estaban deliciosos, con base de
cebolla entremezclada con la mayonesa mezclada con la tinta que daba una gran
intensidad al sabor del plato.
Mi chico, por su parte, se pidió la Milhoja de foie
de pato y manzana tostada con pequeña ensalada, que estaba ligera y fresca y daba una mezcla de sabores bastante buena, aunque no le terminó de convencer del
todo. Yo desde luego me quedaba con mi parrillada, porque el foie no me gusta
mucho y es un plato que para mi gusto cansa.
Sin embargo la segunda vez que fuimos su plato le gustó mucho más, pidiéndose unos langostinos envueltos en tempura hilada con una base de mahonesa suave y ensalada. Los langostinos se sirvieron pelados, solo conservaban la cabeza y la cola y estaban muy tiernos, con un sabor impecable.
Sin embargo la segunda vez que fuimos su plato le gustó mucho más, pidiéndose unos langostinos envueltos en tempura hilada con una base de mahonesa suave y ensalada. Los langostinos se sirvieron pelados, solo conservaban la cabeza y la cola y estaban muy tiernos, con un sabor impecable.
Yo tampoco pude quejarme la
segunda vez que fui, me pedí una Torrija crujiente de boletus, con huevo
escalfado y jugo de asado que estaba para caerse muerta allí mismo, deliciosa,
con un pequeño huevo de codorniz encima de la torrija que, al extenderse su
yema se mezclaba con el jugo de asado y el sabor del boletus haciendo del plato
una mezcla de sabores deliciosa que hace que el paladar de ponga a cantar con
probar el primer bocado. Para repetir.
De platos principales en la primera vez que estuvimos pedimos yo un Centro de bacalao con salteado de habas, zamburiñas y ajada gallega que estaba bueno pero la salsa que tenía con la ajada gallega me resultó muy pesada porque no la había comido nunca y no me lo pude terminar. Fue una pena porque no pude disfrutar del plato como a mi me hubiese gustado, pero lo que me comí desde luego estaba muy bueno.
Mi pareja se pidió un Crujiente
de ternera estofada a la antigua con tallarines a la carbonara, le gustó mucho,
estaba muy buena con el jugo de la ternera y la mezcla de la salsa carbonara de
la pasta.
Sin embargo, también y al igual que mi bacalao, era un poco pesada debido a la mezcla de la pasta y la ternera rebozada para
crear el crujiente... pero aun así de sabor también estaba magnífica, y desde luego la presentación también lo era.
La segunda vez acertamos de lleno
los dos, si la primera vez los platos estaban buenos la segunda estaban
impecables. Yo me pedí una Lubina con gambón que venía con una salsa deliciosa
con ñoquis con una ensalada de berros con un tomate a la plancha; solo hay que
decir que la mezcla del tomate con la carne del gambón y de la lubina era deliciosa,
y los ñoquis estaban muy buenos, dándole un toque diferente al plato.
* Todas las imágenes de este post han sido tomadas por Lucía Berruga (L.B.)
La verdad que los platos tienen una pinta estupenda, con el cupón salía genial de precio, sin el cupón habría que dejarlo sólo para ocasiones muy especiales.
ResponderEliminarEn cualquier caso me apunto la recomendación.
Gracias.
Hola Oski! Estoy de acuerdo contigo, es una pena que ya no trabajen con groupalia para poder seguir yendo a un precio asequible; aunque creo que a través de Groupon puedes reservar también con un descuento similar.
EliminarDe todas formas, merece la pena y para una comida especial desde luego es el sitio ideal, te lo puedo asegurar ;)
Me alegra que te guste la recomendación, y espero que si vas compartas tu opinión por aquí ;)
Un abrazo