jueves, 25 de octubre de 2012

PECADO CARNAL

Las mejores hamburguesas en pleno centro de Madrid


Para estos últimos días de octubre quería ofreceros un plan para haceros la boca agua. No es habitual encontrar críticas gastronómicas en mi blog pero lo cierto es que comer es todo un placer para muchas personas (me incluyo) y forma parte de nuestra cultura por lo que en esta entrada quería hablaros del restaurante Pecado Carnal situado en la calle Fúcar, muy cerca del metro Antón Martín, un restaurante especializado en una de las carnes más especiales que hay: la carne de Kobe que proviene del buey de kobe japonés llamado también Kuroge Wagyu (res de piel negra). Esta carne es especial ya que el animal es tratado con todos los cuidados posibles: masajes diarios para distribuir su grasa corporal y para que estén relajados y tranquilos así como una dieta a base de sake y cerveza. Esta dieta se usa porque la cerveza estimula el apetito e interactúa con la grasa haciendo que esta disminuya su cantidad en la carne; además hay ganaderos que también les proporcionan baños de sake para que la piel quede limpia y perfumada. Debido a estos tratamientos la manutención del animal es bastante cara, por lo que la carne se vende entre unos 200 y 300 euros el Kilo, siendo una carne muy valorada.

Respecto al restaurante decir que el sitio en si mismo no es muy grande, tiene dos plantas pequeñitas en las que, entre las dos, entran máximo 35 personas. Tiene una barra para aquellos que quieran beber cerveza o un café y no vayan a comer, pero con tres o cuatro taburetes como mucho. La verdad es que la primera impresión es que todo está un poco apretado pero lo cierto es que tiene su encanto.

La carta del restaurante está sobre una pizarra a tiza a la entrada del restaurante y si bien es cierto que es un detalle que puede quedar como vulgar en algunos restaurantes que pretender aspirar a ser más “finos” en Pecado Carnal queda natural ya que es un restaurante al que tu vas a comer, en su mayoría, hamburguesas y por lo tanto en él encuentras los detalles típicos de los restaurantes especializados en este tipo de comida: manteles de plástico, servilletas de papel y botes de salsas en las mesas… vas a comerte un hamburguesa, con las manos, no a que te sirvan el vino en la copa y te retiren la silla para que te sientes.

A mi, sinceramente me encantó, el personal es majísimo y muy atento, nos sugirieron los distintos ingredientes con los que combinar nuestras hamburguesas si queríamos ponerle algún extra y nos hicieron muy buenas recomendaciones. Además nos trajeron una tapa para ir abriendo boca: dos panecillos con ensaladilla rusa, también pedimos de entrante un chorizo criollo que estaba delicioso. 



         Pero, obviamente, el plato fuerte eran las hamburguesas de Kobe: la que yo me pedí fue la clásica con extra de queso philadelphia. La hamburguesa, como se puede ver, viene con patatas gajo, con piel, que al freírse quedan crujientes por fuera pero tiernas por dentro, manteniendo la textura de la patata. Otro punto muy bueno, a favor de los cocineros, es que pedí mi hamburguesa poco hecha, ya que a mi me gusta la carne roja y poco hecha me la trajeron. Da gusto ir a un restaurante, pedir carne poco hecha y que te hagan caso porque a veces en este punto los restaurantes resultan como una peluquería: pides una cosa y te hacen lo que ellos quieren o ven mejor.





He de destacar que además en esa ocasión ya era la segunda vez que iba al restaurante y me habían atendido camareros y cocineros diferentes, por lo que hablo sobre seguro cuando afirmo que es un buen sitio, sino el mejor que he conocido, para comer hamburguesas. La carne es deliciosa, se deshace… tiene una textura indescriptible; el pan, propio de la casa, también está muy bueno, al contrario que otros que he comido en restaurantes también especializados en hamburguesas, no se parte ni se desmenuza bajo el peso de la carne, aguanta íntegro lo que te permite comerte la hamburguesa con mucha comodidad. Lo cierto es que la hamburguesa entra sola, ligera y nada cargante, si no fuese por las patatas podrías terminártela y pedir dos más del tirón. Además, a pesar de que la carne de Kobe es muy valorada, estas hamburguesas cuestan, más o menos, lo que le cobrarían por una hamburguesa de carne de vacuno en cualquier otro restaurante, lo cual la hace mucho más apetecible... y más en los tiempos que corren.

No pedimos postre porque quedamos muy llenos entre los entrantes y las hamburguesas, aunque para la siguiente haré un hueco sí o sí.  Si queréis estar actualizados a cerca de este restaurante también podéis acceder a su página de facebook pinchando aquí.

Lo cierto es que si quiero tomar hamburguesas tengo muy claro a donde ir, ya no solo por la calidad de la comida sino por el trato de los camareros que, muy familiares y cercanos, se portaron estupendamente, siendo además rápidos y precisos ya que apenas había que esperar entre plato y plato. Definitivamente es muy buen sitio, puede que no sea un restaurante  lujoso, es más, yo diría que la sencillez es lo que predomina en el establecimiento,  pero desde luego uno se encuentra muy cómodo en él, como en su casa, y puede disfrutar de una de las mejores carnes del mercado como es la de Kobe. Sin ninguna duda estoy deseando volver.
 


* Las imágenes de este post, exceptuando la del logo y la del restaruante que han sido obtenidas de las fuentes de imágenes de internet, han sido tomadas por Lucía Berruga (L.B.)



2 comentarios:

  1. Muchas gracias por el blog, Lucía!! ;) Nos encanta que te haya encantado! Te esperamos cuando quieras tanto en c/Fúcar 9, cómo en nuestros otros restaurantes: c/Naciones 5, c/Covarrubias 24 y próximamente en c/Hernán Cortés 7!
    Y muy pronto estrenamos nueva carta de vinos!! Así que podéis venir a catarlos ;)

    Un abrazo, pecadora!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas de nada!! :) Tengo muchas ganas de volver por allí y disfrutar de vuestras hamburguesas, y si mi animo iré a probar las de los nuevos restaurantes aunque yo soy muy de ideas fijas y cuando cojo gusto a un sitio me suelo quedar allí jeje

      Un abrazo de vuelta para todo el equipo de pecadores :)

      Eliminar