domingo, 24 de mayo de 2015

"EL PRINCIPITO" SALE DEL LIBRO DE PAPEL PARA TRANSFORMARSE EN TEATRO Y DANZA


No conozco a nadie que no conozca la obra literaria de El Principito, sus frases míticas como "Lo esencial es invisible a los ojos" siguen a día de hoy escritas a fuego en la vida de muchas personas, como un mensaje que se transmite de padres a hijos y que deja un rastro profundo. Por eso nada me parecía mejor que aprovechar mi mañana del domingo pasado para ir a ver la representación teatral y de danza de El Principito en el Teatro Cofidis Alcazar. El espectáculo, creado por el reconocido bailarín y coreógrafo internacional José Tirado, ha adaptado esta obra de literatura que ha encandilado a generación tras generación, al lenguaje y sensibilidad para que los niños, a partir de la edad de 4 años, puedan disfrutarla y entenderla. Así, de una forma teatral, se integran sobre el escenario los distintos personajes de la obra a través de la coreografía, un abanico de estilos de danza y los audiovisuales.

Un elenco de artistas de altísimo nivel que bailan poniéndole movimiento a la obra y haciéndolo a través de diferentes estilos: desde el clásico más virtuoso hasta la danza contemporánea, la acrobacia o el “contact”, una técnica de danza basada en la improvisación, la cual parte de los diferentes puntos de contacto físicos convirtiéndola en una de las formas de baile más conocidas y características de las formas de danza postmodernas; todos ellos enfocados a que los niños puedan apreciar los diferentes lenguajes corporales para incorporarlos a su bagaje cultural mientras disfrutan de las aventuras y los secretos que El Principito tiene que ofrecer.



Lo cierto es que El Principito es una de esas historias que llevan dejando huella desde hace mucho, por lo que no es de extrañar que la representación también lo haga, gracias a la fuerza y energía del baile, a la música y a la representación tan cuidada que lleva a que este extraordinario niño, que aparece en la tierra para cambiar la vida de un aviador, pueda además cambiar las de todos aquellos que están viéndola gracias a que los valores humanos más puros que poseen las páginas del libro y que trascienden más allá de ellas no se pierden sobre el escenario… sino que son resaltados a través de la música y las coreografías. La amistad, el amor, la justicia, la comprensión, la humildad, la sencillez, la belleza, la solidaridad y la esperanza son transmitidas con gran ternura como solo lo podría hacer el propio principito, en lucha contra esa vanidad, falta de imaginación, egoísmo y afán de posesión que el mundo posee y demuestra y que, además, nos introduce en una profunda incomunicación entre nosotros.




La imagen del niño que todos fuimos, donde la sencillez prima sobre la necesidad de poseer cosas, nos devuelve parte de esa inocencia que hemos perdido al crecer e introducirnos en el mundo de los adultos. Una obra hecha para niños pero recomendada para los padres, donde estos disfrutarán al mismo nivel que los más pequeños, además de poder hacerlo también de una escenificación perfecta de la historia. 
Ya no somos niños y quizás por eso mismo la obra tiene su encanto para todos los públicos porque, siguiendo la frase mítica de "Lo esencial es invisible a los ojos", el hecho de que el espectáculo esté enfocado a los niños hace que los más pequeños de la sala se rían de algunas cosas que hacen los personajes, lo que crea un ambiente mucho más distendido. Tened en cuenta que un adulto no ve ni procesa igual las cosas que un niño, en cuya mirada prima la sencillez, por lo que al empezar la representación yo no era capaz de ver la esencia de la obra, el poder emotivo y tierno que empezaba a desplegar; sin embargo, gracias a la risa de los niños que aderezaban las primeras narraciones de la historia y el encuentro entre el piloto y el principito, pude meterme de lleno en la historia y relajarme. Por eso más segura que nunca sé que esta representación es para niños, un espectáculo familiar, que hará que todos disfrutemos y podamos llegar a conectar con esa parte esencial de la obra que es "invisible a los ojos" si no es por la forma de ver la realidad que tienen los niños.

Si debo elegir una parte de la representación me quedo sin duda con el baile entre El Principito y la rosa, que transmitía ese amor y cuidado por ella, a pesar de que huye de su planeta motivado por los problemas que tienen en su relación,  ya que no consigue comunicarse ni satisfacer sus necesidades; es por ello por lo que El Principito abandona su planeta y acaba en la tierra, pero, como suele pasar, a veces lo que buscamos está más cera de lo que esperamos y, sin darnos cuenta, intentando encontrarlo acabamos alejados de ello; y eso es lo que transmite a través de los movimientos del baile y de la música.

Y si debo resaltar algo que cambiaría quizás sería al bailarín principal que hacía de El Principito; no por su actuación, pues estuvo impecable, sino por la caracterización ya que El Principito (a nivel personal) siempre ha sido y siempre será un niño, cuya inocencia si bien es capaz de transmitir José Tirado a través de sus gestos habría quedado más adecuado en alguien más joven. Sin embargo la carrera profesional de este bailarín y coreógrafo (que además ha creado el espectáculo), aporta una gran experiencia y calidad en toda la obra que hace que ese pequeño detalle quede dejado de lado. 

En el elenco también están otros tres grandes profesionales del gremio: Antonio Jiménez Navarro, Haizam Fathy y Astrid Julen; por último, destacar a Antonio Villa, el actor que narra la historia y que dará voz a todo lo que ocurre sobre el escenario (cuando no lo hace la música).



Grandes interpretaciones, preciosos y cuidados bailes para deleitar a pequeños y mayores y hacer que recuperemos a ese joven comprometido que habita dentro de nosotros y que aún vibra si se lo permitimos, luchando por salir y devolver parte de esa inocencia que la absorbente maquinaria del mundo nos ha robado bajo nuestro permiso. Familiar, bonito y tierno, El Principito representa a través del baile, la música, el teatro y los audiovisuales, ese espacio donde los niños pueden encontrar su "mundo de sueños" donde emocionarse y descubrir la vida que se le ha otorgado solo por el hecho de ser niños.

Recomendado, cierra sus funciones la próxima semana, pero aun tenéis dos más por delante durante el fin de semana que no debéis dejar pasar. Os dejo partes de la obra en vídeo, para que si aun no os habéis convencido, podáis hacerlo:





* Todas las imágenes, exceptuando la de la cita del Principito que ha sido obtenida de las fuentes de imágenes de Internet, ha sido proporcionada por la Agencia de Comunicación Desde mi butaca comunica



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