sábado, 23 de febrero de 2013

DIBOCCA: BUENA COMIDA ITALIANA EN EL CENTRO DE MADRID











Hoy quiero hablaros de un restaurante que me gusta mucho y al que llevo yendo mucho tiempo, concretamente unos cinco años. Es el restaurante italiano DiBocca (el que está situado en la Calle Gran Vía), al que llegamos de rebote por una muy mala experiencia en el Nebraska, del que tan bien nos habían hablado. Por suerte, y como bien se suele decir, no suele cerrarse una puerta sin abrirse otra, así que visto lo visto nos marcharnos de aquel “restaurante” (por llamarlo algo) y entramos de morros en el italiano que yo tantas ganas tenía de probar. Según pasamos por sus puertas nos atendieron estupendamente y, hay que decir, que eso no se ha alterado en los últimos años en  los que hemos estado yendo; poco a poco nos fueron cambiando la cara que traíamos del Nebraska y desde entonces hasta ahora siempre es un placer comer allí hasta el punto de que ha sido el sitio elegido por mi pareja y por mi en más de una ocasión para celebrar acontecimientos especiales.


Lo primero que tendría que decir del restaurante es que, además de la situación geográfica que es muy buena pues al estar en pleno centro de Madrid te permite hacer muchas cosas al terminar de comer, es muy acogedor, con sus mesas y sillas de madera, además de los sofás para comer y sus blancos manteles de tela. Además si se va pronto, cuando aun no hay mucha gente, se puede escuchar buena música de fondo y es muy relajante comer tranquilamente con esta música ambiental como acompañamiento. La decoración es sencilla: una serie de estanterías con gran cantidad de libros que realmente no son libros, solo es un decorado, pero le da un aire distinguido de biblioteca, con la calidez típica de los rincones. Es muy similar a coger un buen libro y acomodarte en un sofá a leerlo tranquilamente… el restaurante DiBocca, a pesar de ser una cadena de restaurantes, fomenta estos valores de comodidad y relajación. Es un buen sitio para ir a comer sin prisas y relajarte con la buena comida italiana.

Como la mayoría de los restaurantes el DiBocca tiene menú del día y la carta para los fines de semana o para quien no quiera tomar menú. A lo largo de estos años la carta ha ido cambiando, han quitado y añadido platos, pero en esencia mantiene casi los mismos platos con los que empecé en el restaurante y la calidad se nota, o al menos tanto entre semana (más comprensible por el menú) como los fines de semana se llena de gente, lo cual dice mucho a favor del restaurante. La verdad es que hace ya mucho que no puedo ir de carta pero siempre que puedo voy a comer de menú, no solo con mi pareja, también con algún amigo ya que el precio es muy bueno: 10,95 y comes estupendamente, tanto que a veces no puedes ni con todos los platos, y la verdad es que a todo aquel  que llevo sale encantadísimo del sitio.

Si vas de menú tendrás un aperitivito de aceitunas negras al pimentón y, respecto a la comida que se puede pedir, siempre hay mucha variedad porque además de los platos que ofrece el menú, que van desde ensaladas, verduras a la plancha, risotto de setas y parmesano o legumbres… también hay siempre un par de platos más como sugerencia de la casa, los llamados platos “caseros” y  la verdad es que pidas lo que pidas está todo estupendo. La última vez que estuvimos, hace un par de semanas, yo me pedí un plato casero que no es que pegase mucho con el restaurante:

Arroz a la cubana (imagen de arriba a la derecha) que venía con un par de lonchas de behicon, dos huevos fritos estupendamente bien hechos (que ya es difícil que te los hagan bien) y arroz con tomate; y como siempre no me defraudaron en absoluto a pesar de ser un plato (que por ser una sugerencia) nunca me lo había pedido hasta entonces. 
Mi pareja se pidió una ensalada de  pavo con manzana (imagen de arriba) y también le gustó mucho la verdad, venía bañada en  salsa rosa, con huevo duro y varios tipos de lechuga para darle color. 

De segundos en el menú siempre está disponible cualquier pizza de la carta, con lo cual ya te compensa pedirte el menú porque la pizza por su cuenta cuesta lo mismo que todo el menú. La última vez que fui yo me pedí una pizza Deliziosa, que como su nombre bien indica así es como está: lleva queso philadelphia, jamón dulce y champiñones. Aquí os pongo la foto de la que me trajeron a mí y de la que se pidió mi pareja: la Quattro formaggi, de cuatro quesos como bien indica su nombre, que también está muy buena aunque para mi gusto es un poco fuerte porque el queso azul, como es bueno, domina sobre los demás.

Lo mejor de las pizzas es que son enormes, ocupan todo el plato y además su aspecto es completamente artesanal y ello no varía entre pedirlas en el menú o en pedirlas de carta. Es un detalle curioso porque hay muchos restaurantes, como el Ginos, que sí que reducen la cantidad de comida si incluyen el plato de la carta en el menú. Por ejemplo en el Ginos a mí me gustan mucho los Piadine, unas tortas de trigo enrolladas con queso, bacon y champiñón, que vienen seis o siete por plato (no me acuerdo del todo) y son unos 9 euros, sin embargo cuando un día las pedimos en el menú solo venían cuatro lo cual fue algo decepcionante; sin embargo un día en el DiBocca mi pareja pidió el Carpaccio de solomillo con queso manchego y champiñones crudos y yo le dije que siendo un plato de la carta que es bastante caro (unos trece euros) sería normal que viniese menos cantidad al ser del menú y por lo tanto mucho más barato, sin embargo vino igual de cantidad, como si fuese un plato de carta.
Por eso me gusta este restaurante, porque además de lo buena que está la comida y lo atento que es el servicio, tiene detalles que otros no tienen como este. 

Respecto a los platos que destacan de la carta son los platos de pasta. Uno de nuestros favoritos que siempre pedimos mi pareja y yo cuando vamos, o yo o él,  es la de Girasoli de boletus al foie (imagen a la derecha), riquísimos y que nos encantan. La última vez que fuimos me los pedí y, aunque sí que es cierto que antes venían con mucha más salsa que ahora, siguen estando de muerte porque tienen el toque justo de foie sin que resulte demasiado fuerte y en el relleno se nota que es pasta fresca 
porque sabe mucho a setas. 
Otro plato de pasta que nos gusta mucho es la Lasagna de boletus (imagen de la derecha), que tiene una base entera de setas frescas que, al mezclarse con la besamel,  lo convierten en un plato muy sabroso que, además se sirve en plato caliente para que conserve el calor hasta el último bocado. La verdad es que todo lo que tenga que ver con las setas nos encanta a los dos así que, como en el DiBocca hacen unos platos con setas muy buenos, estos dos suelen ser de nuestros platos principales en cuanto podemos darnos un caprichito.   

Sin embargo, aunque la pasta está muy buena mi plato principal durante mucho tiempo ha sido el solomillo de ternera con salsa de roquefort y el entrecotte de ternera con salsa de boletus, para no variar. Sin embargo y para mi desgracia el primer plato desapareció durante uno de los varios cambios que realizó el restaurante en la carta, aunque actualmente lo que han hecho es poner la carne por un lado y la salsa por el otro de tal forma que, aunque han quitado el solomillo,  puedes elegir la carne que te guste con la salsa que más te apetezca, con lo que la variedad de platos se amplía notablemente.
Aquí tenéis el entrecotte con salsa roquefort, según el nuevo estilo que lleva ahora el restaurante de poder elegir la salsa de la carne que prefieras:



La carne siempre la sirven con una guarnición de patatas panaderas y pimientos rojos y verdes que le dan un toque excepcional convirtiéndolo en uno de los mejores platos de carne que he comido cuando salgo a comer fuera de casa.

Muy importante para mí también, y lo mejor de estos platos, es que la carne te la sirven al punto que pidas y yo, que soy de carnes poco hechas, si se la pedía asustada así me la traían y esto es realmente difícil de encontrar porque generalmente los restaurantes siempre sirven la carne más hecha de lo normal, supongo que  para evitar que al cliente no le gusté o porque, realmente, no se creen que te guste la carne sangrante; pero en el DiBocca no, no ha habido un solo día en que no pidiese el entrecotte o el solomillo muy poco hecho y me lo hayan traído pasado como podéis comprobar en la imagen que os he puesto del entrecotte.
Os pongo arriba a la izquierda una fotografía del plato que suelen incluir en el menú, generalmente el Scalopine de pollo o de ternera con salsa de roquefort, también con su guarnición de patatas panaderas, realmente delicioso. La imagen está sacada de Tripadvisor, que tiene muy buenas críticas del restaurante hechas por los clientes que lo han visitado. 

Por último, pero no por ello menos importante, hay que hablar del postre. En el menú se incluyen varios como el sorbete de limón que, aunque se sirve también en invierno, yo lo recomiendo más para el verano porque te deja helado, aunque está delicioso por lo que si no eres friolero es perfecto en cualquier época del año. Uno de los postres que también pedimos mucho son los profiteroles con chocolate caliente y nata montada, nos encantan porque el chocolate está delicioso y es muy espeso convirtiendo el plato en un postre estupendo para ponerle el toque dulce a una buena comida.

Aunque por supuesto yo sin un café no puedo terminar una comida abundante, sea de menú o sea de carta pues se come igual de bien de una forma o de otra, y en el DiBocca el capuccino está hecho como los de verdad: con espuma de leche en vez de con nata montada como en algunos restaurantes,  y tiene un toque de chocolate. 



Sin duda una forma estupenda de cerrar una magnífica comida en este restaurante que recomiendo a todo el que sea amante de la buena comida italiana. 


* Todas las imágenes de este post, exceptuando la del logo, la del interior del restaurante y la del Scalopine de ternera que han sido obtenida de las fuentes de imágenes de Internet, han sido tomadas por Lucía Berruga Sánchez.



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